El escultor Augusto Rodin, convirtiendo en amante a la escultora, su alumna Camille Claudel.
Incluso, la versión de que Rodin hizo suyas grandes creaciones poéticas de escultura de Camille.
Tina Modotti con el fotógrafo Edward Weston, primero, y después, con el líder comunista cubano, Julio Antonio Mella.

DOS. Amor sin barreras

La filósofa Hannah Arendt, amantes desde cuando fue alumna del filósofo Martí Heidegger.
La actriz Gloria Faure, amante del secretario de Hacienda del presidente Plutarco Elías Calles, Alberto J. Pani.
Y tanto fuego existió entre Gloria y Pani que Pani ordenó imprimir la foto de Gloria en el primer billete de cinco pesos impreso por el Banco de México.
La actriz y vedette, Irma Serrano, amante del presidente Gustavo Díaz Ordaz, y quien, además, la encumbrara como senadora de la república por su estado natal, Chiapas.
La versión (nunca confirmada) de la actriz Adela Noriega con el presidente Carlos Salinas de Gortari.
Los amantes de la pintora excepcional, Frida Kahlo.
Uno, el fotógrafo húngaro, Nicolas Muray.
Dos, el pintor catalán, José Bartoli.
Tres, el líder ruso, León Trotsky.
Y, cuarto, como era bisexual, la intérprete Chavela Vargas.
Además, claro, del muralista Diego Rivera.

TRES. Sus ojos color mar

La pintora Nahui Ollin (Carmen Mondragón) cinco años amante del pintor Gerardo Murillo, el doctor Atl, y quien quedara prendado por los ojos color mar de Nahuin.
Además, el pintor muralista Diego Rivera, de quien fue musa y su amante.
La actriz Rita Macedo, en amoríos con el presidente Adolfo López Mateos; primera esposa, por cierto, del escritor Carlos Fuentes Macías, quienes duraron quince años como pareja hasta que apareció la periodista Silvia Lemus.
Y entre la colección amatoria de López Mateos, la actriz Ana Bertha Lepe.
Y con bajo perfil, dos mujeres más: Ángela Gutiérrez Adurni y Elena López Gutiérrez.
Amores secretos describen los biógrafos.
Fueron, son, amores incandescentes.
Ellos, cada uno, mujeres y hombres, con luz propia. Y solos refulgían. Y juntos fueron una constelación.
Desde luego, hay muchos más amantes. Y de primer nivel.
Incluso, hasta Tarzán y Jane en el comic. Supermán y Luisa Lane. Batman y Batichica.

CUATRO. Amante rabioso

La activista Antonieta Rivas Mercado amante del filósofo, político y escritor, José Vasconcelos Calderón.
Incluso, luego de la derrota de Vasconcelos como candidato presidencial independiente…
Y después del asesinado de cien de sus seguidores en Topilejo, ordenado, todo indica, por el jefe máximo, Plutarco Elías Calles, Vascon/celos huyó de México.
Y con ella.
Primero, anduvieron en América Latina, y después, terminaron en París.
En París, una tarde, Antonieta Rivas Mercado preguntó a Vasconcelos si la necesitaba.
Y el político fallido le contestó:
“Yo solo necesito a Dios”.
Frustrada, incapaz de luchar con el mal carácter y los celos de Vasconcelos, Rivas Mercado se fue a la iglesia de Notre Dame y sentada en una banca sacó una pistola de su bolsa de mano y se pegó un tiro.
El costo de tener un amante famoso. Y rabioso. (lv)