Mejor dicho, de lo que cada uno desea “hacer con su vida”.
Además, y con los pies aterrizados en la tierra y la mente fría sobre las cualidades, atributos, capacidades, ideales y posibilidades.
Y un análisis prudente y mesurado con los pros y los contras y las ventajas y desventajas de las circunstancias sociales, económicas y familiares, incluso.

DOS. “Me sobran mujeres”

Alguna vez, el gran pintor muralista, David Alfaro Siqueiros, y tomando un lecherito en el café La Parroquia, entonces, en la avenida Independencia, dijo:
“Yo soñaba con ser galán. Pero nunca pudo ayudarme mi cara. Entonces, me dediqué a pintar. Y soy lo que soy. Y las mujeres me sobran”.
Entonces, una vez establecidas las prioridades y sueños y utopías, únicamente resta empujar la carreta y patear el balón y remar la canoa y explorar zaguanes para estar, ser, desarrollar y trascender.

TRES. Vivir en gerundio

Y aplicarse en cada amanecer sin quitarse los guantes y bajar los brazos.
Ni menos, mucho menos, sin darse una tregua, pues la mitad del mundo y la otra mitad sabe y está consciente de que el tiempo suele caminar duro y rápido.
Y cuando de pronto se advierte los años se han ido.
Y con el riesgo de que los objetivos trazados apenas, apenitas, se quedaron en gerundio.
Es decir, soñando y planeando.

CUATRO. El arte de zopilotear

Según el sicólogo, siempre ha de considerarse la existencia de personas tóxicas y envidiosas y amargadas y frustradas y quienes suelen atravesarse con puntapiés para causar un derrumbe personal.
Y de ñapa, las personas “amigas” con deslealtades, traiciones, intrigas y conspiraciones para zopilotear a quienes van ascendiendo.
Más, mucho más cuando se escala al peldaño más elevado y pronto, rápido y expedito y antes de que el gallito bíblico cante tres veces.
Por eso, cada persona ha blindarse a sí misma para conservar un gran espíritu de lucha.
Y reaccionar con inteligencia, talento, prudencia, mesura y tolerancia para llegar a la otra orilla.
Nada tan productivo como actuar con sangre fría ante la adversidad y la ponzoña humana.
De los envidiosos y egoístas y frustrados, ¡líbranos, Señor, por misericordia y piedad!

CINCO. Sindicato de frustrados

Un proverbio popular dice:
“Si las cosas fueran fáciles… cualquiera las haría”.
Y como en la vida, la mayoría “del corredor no pasa”, suele formarse un sindicato de frustrados, envidiosos y mediocres y que, claro, nunca se registra en la secretaría de Trabajo, pero que en contraparte existe.
Y con frecuencia, y por lo general, de manera avasallante pues sus miembros suelen reunirse en contra de quien va abriéndose paso.
“La vida es así y qué le vamos a hacer” exclama personaje literario del novelista y cuentista, Carlos Fuentes Macías. (lv)