Richard Nixon renunció a la Casa Blanca luego de muchas protestas por su guerra en Vietnam y por el espionaje telefónico al Partido Demócrata y con recursos federales.

PASAMANOS: En EU cada vez más y más y más, los migrantes se organizan.
No más humillaciones oficiales.
No más feroces persecuciones día y noche.
No más vetos ni prohibiciones a los migrantes para trabajar en el otro lado.
No más ultrajes a la dignidad y a la libertad humana.
Las más grandes movilizaciones en contra de la política migratoria de Trump se están dando.
Y en Estados Unidos.
En el interior del país.
Además, y como en el caso de la marcha del sábado anterior, la solidaridad en otras latitudes geográficas del mundo y de igual modo, marchas en contra.

CORREDORES: En el siglo pasado, los dueños del mundo se soñaron Adolf Hitler, José Stalin, Francisco Franco y Benito Mussolini.
Ahora, se llaman Donald Trump, Vladimir Putin y Xi Jinping, el presidente de la República Popular de China.
Desde Grecia, Alejandro El Magno pretendió apropiarse del mundo y por eso su viaje bélico hasta Asia.
Cleopatra, dueña de Egipto, la reina que ordenó matar a un hermano y encarcelar a una hermana para adueñarse de su imperio y emporio, soñó con extenderse a Grecia.
Y sedujo a par de emperadores. Julio César y Marco Antonio.
Y el día cuando Octavio derrotó en la guerra a Marco Antonio, su amante en turno, Cleopatra se dejó envenenar con la picadura de una serpiente.
Y adiós, adiosito, al sueño imperial y faraónico.

BALCONES: Los focos rojos en EU.
En dos mil quinientas localidades de EU la protesta y la indignación crónica por las redadas.
Basta, basta ya.
Peor, mucho peor cuando Trump mismo se burla y pitorrea de los migrantes.
Y por añadidura, también las tribus políticas trumpistas de EU.

PASILLOS: El sábado, las marchas hasta en las Ciudades Santuarios, aquellas gobernadas por demócratas y solidarios todos con los migrantes.
Pero en ningún momento los mítines en contra de los demócratas, grandes aliados, sino para dejar testimonio de que allí están los migrantes.
En pie de lucha.
Sin doblarse ni arrodillarse en legítima defensa de sus derechos y dignidad humana.
Y los derechos y la dignidad de las parejas y los hijos. (lv)