Y de pronto, ¡zas!, la chica queda embarazada… Y al mismo tiempo, ni hablar, el migrante se va alejando de la familia en México y/o en Veracruz… Y al ratito, cero envío de remesas… Incluso, la ruptura familiar…

ROMPEOLAS: Entonces, sobreviene el infierno… El migrante corta con la familia acá para crear y procrear otra familia allá… Y la esposa y los hijos aquí les valen… Son incalculables las dramáticas historias en la materia… Al ratito, el migrante envía a la esposa y los hijos un familiar para informarles que el señor ha decidido divorciarse… Por tanto, los trámites para la ruptura definitiva… Y el migrante sin dar la cara…

ARRECIFES: Historias rudas y rudas porque la esposa aquí ha de ponerse a trabajar… Y pedir a los padres, por ejemplo, cuiden a los hijos mientras ella labora… Si la señora tiene estudios, domina una técnica, incluso, una profesión, bendito el Ser Superior… Pero y si por lo general, apenas, apenitas la señora estudió la primaria, entonces, a emplearse de trabajadora doméstica… De casa en casa… Tocando de puerta en puerta para una oportunidad laboral… Y si en el camino, y como es natural, un hijo enferma y la señora pide ayuda a los exsuegros y/o todo caso avisen al padre del muchacho, la indiferencia, el desdén, el menosprecio, el valemadrismo… “La cruda realidad”… La realidad avasallante…

ESCOLLERAS: Por todos lados se escuchan tales historias… Incluso, una asistente doméstica ha levantado una encuesta entre las compañeras del gremio y ocho, nueve de cada diez se encuentran en las mismas circunstancias… Un ex marido migrante irresponsable… Y con hijos en Estados Unidos con la nueva pareja… Y sin ninguna posibilidad de un milagro con un regreso a casa… Los Pedro Navajas y Odoricos Cienfuegos dejando tiradero de hijos…

PLAZOLETA: Es la otra faceta dura y adversa de la migración a EU… Pocos, excepcionales, son los migrantes fieles y leales a sus familias… Con todo y que la desintegración familiar es superior… Al grado de convertirse en asunto de Estado… Madres actuando como madres y padres al mismo tiempo… Y en el desgaste emocional, sicológico, existencial, espiritual de sus vidas… Además, de la miseria, la pobreza y la jodidez… Y en el desempleo, el subempleo y los salarios pichurrientos… Y fletando el lomo y fregándose la espalda como obreras domésticas… Y pendientes del desarrollo integral de los hijos… Y si tienen padres ancianos, la realidad más dura que nunca… (lv)