Mascotas longevas
**Tarea animalista
**50 gatos de Hemingway
UNO. Mascotas longevas
Se ignora si es cierto y/o un movimiento publicitario, pero el caso es que en el palenque público ahora está de moda la salud, el bienestar y la longevidad (se insiste, la longevidad) de las mascotas.
Perritos y gatitos, sobre todo, pues tarea inverosímil apostar a la longevidad de un hipopótamo, por ejemplo, como en el filme “Una propuesta indecorosa” donde la actriz Demi Moore lo desea para un hipopótamo como mascotita.
Así, los veterinarios cacarean el concepto para crear y recrear la posibilidad y ocupar a los dueños de las mascotas (niños en primer lugar) de la nueva tarea.
Tarea, incluso, animalista.
DOS. Whisky para el gatito
Una cosita ha sido, por ejemplo, adoptar a los perritos y gatitos callejeros.
Incluso, llevarlos a casa a vivir, aunque sea en el patio.
Y, claro, la consulta médica para conocer y determinar el estado de salud.
El escritor más aplicado del mundo en la materia es Ernest Hemingway quien en la Finca Vigía en Cuba tenía cincuenta gatitos.
Uno de ellos, el consentido, y al que trepaba en la mesa del comedor cuando comía al mediodía y le servía lechita con gotitas de whisky en un plato sopero y lo volvió adictivo.
Y si los otros gatitos morían, ni modo, su tiempo de vida.
TRES. Catecismo animalista
Ahora, además de procurar la salud de las mascotas…
Y su bienestar para que en cada día y noche sean felices y dichosos…
Apostar a su longevidad.
Por eso, los veterinarios están recomendando una línea de alimentos, vitaminas y nutrientes para ampliar más, mucho más, sus vidas.
Tal cual, de los Dorian Gray humanos en la novela de Oscar Wilde, a los Dorian Gray en los animales.
De los hombres que nunca envejecían y se conservaban atractivos, guapos y bellos, a la larga vida de los gatitos y perritos.
CUATRO. Nuevos conquistadores
Y ni hablar, ningún límite de los científicos.
Entre las últimas novedades, y además de seguir apostando la llegada a la luna, viajes de luna de miel al planeta Marte.
Es más, la oferta a los ricos y pudientes de trasladarse a vivir a Marte y volverse y sentirse conquistadores, tipo Hernán Cortés, tipo Cristóbal Colón, tipo Alejandro el Magno, tipo Adolf Hitler, tipo José Stalin.
CINCO. Costo millonario
Desde luego, la posibilidad.
Pero al mismo tiempo, únicamente podrán levantar la mano los pudientes y los ricos porque apostar a una salud nutritiva para las mascotas…
Y a su bienestar…
Y a favorecer su longevidad de seguro costará caro. Muy caro. Una millonada.
Más, en un país donde seis de cada diez habitantes están “atrapados y sin salida” en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo y los salarios pichurrientos.
Y si bien les va, en la migración a Estados Unidos y sin papeles.
Si los perritos y los gatitos de las regiones indígenas mueren, ni modo, si todo sale bien serán sepultados. (lv)