Por ejemplo, Al Pacino y Robert de Niro.
Pero quizá ninguna pareja alcanza la más alta carga química, y en todos los sentidos, como Paul Newman y Robert Redford.
Vaya, al grado de la hermandad. Uno, hermano mayor que el otro. Newman, once años mayor que Redford, le llamaba “Muchacho”.

DOS. Amistad “a prueba de bomba”

Electrizantes dos de sus películas. “Dos hombres y un destino”. Pero la más avasallante, Buth Cassidy & Sundance Kid. (Disney)
Los dos, vaqueros. Los dos, pistoleros. Los dos, robavacas. Los dos, ladrones de trenes. Los dos, ladrones de bancos.
Los dos, jugadores expertos de naipes y barajas. Newman, fascinado con las mujeres de alquiler. Redford, encantando con una chica de casa, su pareja y amante.
Los dos, enfrentando a los sicarios privados de las empresas a las que roban.
Y también, en fuego cruzado con la policía.
Uno al otro protegiéndose como el mayor patrimonio de sus vidas.
El gran título superior de amigo.
Amigos “en las buenas y las malas”.

TRES. Respetuosos los dos

Operaban en pueblos del oeste. Y cuando se ganaban el dinerito de cada día jugando naipes, también asaltaban trenes y bancos.
Entonces, la policía los persiguió hasta de plano casi casi acorralarlos.
Y deciden migrar de Estados Unidos a Bolivia, en América Latina, para iniciar una nueva vida.
Y siempre al margen de la ley.
Fraternales. Cariñosos y afectivos entre sí. Respetuosos uno del otro.
La amistad como nunca vivida y usufructuada en el cine. Y en la realidad real.

CUATRO. Un ejército atrás de ellos

En Bolivia se la pasan robando bancos modestos y sencillos.
Hasta que la policía municipal y estatal es fortalecida con el ejército.
Y el ejército boliviano atrás de ellos.
Los acorralan en un mercado popular cercano a un banco recién asaltado.
Y empieza el tiroteo.
Y los dos salen heridos. Pero logran refugiarse en una casa deshabitada.
El ejército los sitia. Enfrente de la casa y desde las azoteas de las casas alrededor.
El filme llega al momento estelar.
Los dos intentan librar juntos aquel fuego cruzado, pero como los policías y el ejército son tantos los matan cuando salen del local donde se refugian.

CINCO. Siempre fuera de la ley

Los dos fallecen juntos. Con montón de tiros en sus cuerpos.
De principio al final de la película Paul Newman y Robert Redford empalmados con su forma de sobrevivir.
Siempre al margen de la ley.
En momento estelar cuando la pareja de Redford le pide comprar un rancho, por ejemplo, para criar ganado y sembrar declinan porque les resulta fuera de tono.
Se contratan como escoltas con un productor agropecuario. Pero en un viaje al pueblo los asaltan en la montaña.
Y concluyen: “No se puede vivir con honestidad”.
Y vuelven al mundo delincuencial. (lv)