El colmo: 4 feminicidios
1 (Y en una mañana. “Y al sonoro rugir del cañón”)
El colmo en Veracruz. Cuatro feminicidios. Y en una mañana. “Y al sonoro rugir del cañón”. Y hasta con el tiro de gracia.
En Coatzintla, dos mujeres. Tirados los cadáveres en la carretera.
Y en Papantla, las otras dos. Ejecutadas en su casa. Hermanas. Maclovia Sosa, 55 años. Eugenia Sosa, 60 años.
La mañana del martes 16 de septiembre. Día inmaculado y sacrosanto del desfile patrio.
Pero como dice el gobierno del Estado, “todo está bien”.
Y si por ahí se registra violencia “son hechos aislados” porque en Veracruz “el índice de inseguridad ha bajado mucho, muchísimo”.
El Veracruz de la realidad real.
El Veracruz de la ficción política.
Diga lo que diga la autoridad estatal.
Los hechos “al rojo vivo”.
Caray, luego luego, hasta ligando los feminicidios al crimen… cuando, la mitad del mundo y la otra mitad saben que toda vida humana es invaluable.
Peor tantito: por aquí trascendieron los cuatro feminicidios, plumas ardientes las satanizaron y condenaron insinuando, ajá, que andaban en malos pasos.
La podredumbre social de siempre.
Lo más fácil, inculpar a las muertas de su propia muerte.
En un Veracruz campeón nacional en feminicidios.
Y más de mil niños huérfanos de madres.
Antes, mucho antes, los hombres ejecutados eran ligados a los ajustes de cuentas entre los carteles y carteles, sicarios y pistoleros, malosos y malandros.
Ahora, también las mujeres.
En un vertiginoso tsunami feminicida imparable y descarrilado.
Solo falta una campañita en Veracruz boletinando a las mujeres narcas.
Las reinas del sur jarocho.
Las Rosarios Tijeras de la entidad federativa a la que tanto cantara Agustín Lara y trascendido más con Natalia Lafourcade.
Caray, y hasta Majo Aguilar grabando la canción “Veracruz”.
Las narcas de Veracruz.
Con todo, memorable, citable y recordable la maestra jubilada y taxista de Álamo, Irma Hernández Cruz, arrodillada y encañonada por las R 15 de diez sicarios encapuchados mientras leía un documento aconsejando a su gremio que “por favor, paguen la cuota o terminarán como yo”.
Ella, fallecida.
Primero, que por un infarto cardiaco.
Luego, en un homicidio como dijera la presidenta Claudia Sheinbaum.
Después, porque fue torturada.
“Veinte y las malas” que desde alguna zona del poder estatal traman la conjura para satanizar más, mucho más, a las cuatro mujeres feminizadas de Coatzintla y Papantla.
2 (Demasiado peso político)
La carga social en Veracruz es demasiada pesada.
Uno: los feminicidios.
Dos: las mujeres satanizadas y condenadas creando y recreando la imagen de que son culpables de sus muertes.
Tres: más de mil niños huérfanos.
Y con el riesgo de quedar en la desventura familiar y social.
Claro, quizá, bajo custodia de los padres. Y/o de los abuelos. Pero siempre con la dolorosa ausencia de la madre.
Cuatro: insólito, increíble, tantos feminicidios.
Pero más aún, tantas mujeres involucradas en malos pasos.
Involucradas… desde el gobierno para darse “golpes de pecho” de los feminicidios evadiendo la aplicación del llamado Estado de Derecho, aquel garantizando (en la teoría) la seguridad en la vida y los bienes.
Cinco: incluso, hasta la burla asegurando desde la silla embrujada del palacio que “todo está bien” en Veracruz.
Y como si fuera palabra santa.
Palabra de Dios, ajá.
Todavía, festinando que si hay violencia en los cuatro puntos cardinales de Veracruz “son hechos aislados”.
Ta’gueno el mundo ficcional que las tribus políticas suelen inventarse.
Nunca, antes de Cuitláhuac García Jiménez con otros gobernadores, tantos feminicidios.
Cuitláhuac abrió la puerta al infierno feminicida.
Y Veracruz “atrapado y sin salida”.
3 (¿Por qué tantos feminicidios en Veracruz?)
Hipótesis una:
¿Son los jefes narcos ajustando cuentas, digamos, con mujeres narcas?
Hipótesis dos:
¿Forma parte del narco terrorismo para multiplicar el terror, el pánico, el miedo y “el miedo al miedo”?
Hipótesis tres:
¿Se trata de un desarrollo exponencial, fuera de control, del mítico y legendario machismo?
Hipótesis cuatro:
¿Existirá poderoso asesino serial, tipo Goyo Cárdenas en el siglo pasado en la Ciudad de México?
Hipótesis cinco:
¿Se deberá a la creciente impunidad pues en la mayoría de feminicidios y asesinatos de mujeres ningún detenido?
Hipótesis seis:
¿Serán homicidas seriales de mujeres procedentes de otras entidades federativas?
Hipótesis siete:
¿Se deberá a la rebelión femenina que cada vez se deja menos de los abusos y excesos de los hombres y/o de sus parejas?
Hipótesis ocho:
¿Tan malas se han vuelto las mujeres?
4 (Amnistía Internacional en Veracruz)
Caray, el caso de las madres buscadoras de Veracruz rastreando la pista de sus hijos y parientes secuestrados y desaparecidos.
Amnistía Internacional lo documenta:
A, amenazas.
B, extorsiones.
C, acoso.
D, intentos de secuestros.
E, asesinatos.
F, desapariciones.
G, vivir con ansiedad.
5 (Desdén oficial)
De ñapa, la indiferencia de Nahle a los desaparecidos en la mirada y percepción de los Colectivos Madres en Búsqueda de Coatzacoalcos y Familias Enlace de Xalapa. (lv)