Fulgencio Batista…

ROMPEOLAS: Pero en los dos años como gobernador pacificó Veracruz en cuarenta días y cuarenta noches… Por cierto, los famosos cuarenta días del diluvio universal… Un mes y 10 días le bastaron para acabar con los caciques y pistoleros y sicarios conocidos como “La Sonora Matancera” en el sexenio de Agustín Silvestre Acosta Lagunes… Digamos, los narcos de hoy en el país y, claro, claro, claro, en el territorio jarocho… Y lo hizo a través de su equipo policiaco, entre ellos, los mejores de la nación… Sus pares y subalternos… Y con firmeza y sin titubeos…

ARRECIFES: A los siete días de tomar posesión, en Huayacocotla, el cacique Luis Rivera Mendoza y sus pistoleros emboscaron a una familia… Mataron al padre… Mataron a la madre y quien estaba embarazada… Y mataron a dos niños… Ese mismo día, Gutiérrez Barrios envió a Huayacocotla a su operativo policiaco de primer nivel… Llegaron en la madrugada… Y de inmediato, a cumplir la orden de buscar al cacique y sicarios… Y los detuvieron… Treparon a un carro de redilas y custodiados por elementos policiacos en comitiva por delante y detrás, trasladados al penal de Pacho Viejo y sometidos a proceso penal…

ESCOLLERAS: Horas después detuvieron a otros caciques… Par de hermanos… Justo y Roberto Cabrera… De Chicontepec… Y a Pacho Viejo… Días después, otro cacique caía… Cirilo Vázquez Lagunes, del sur de Veracruz, aposentado en Acayucan… Detenido en la carretera lo acusaron de transportar armas de uso exclusivo del ejército… Trasladado al penal de Allende… Entonces, un cuarto cacique, Toribio “El toro” Gargallo, de Córdoba y operando en el camino de Omealca a Tezonapa, prefirió huir… Dos años después, cuando Gutiérrez Barrios se desempeñaba como secretario de Gobernación del presidente Carlos Salinas, Dante Alfonso Delgado Rannauro gobernador, “El toro” volvió a Córdoba… Y en un camino fue enfrentado por la policía estatal y murió en el tiroteo…

PLAZOLETA: En 40 días, don Fernando pacificó Veracruz… Y con aquella política de mano firme en el Dantismo, el territorio jarocho vivió en tranquilidad y paz… Tiempo aquel cuando los secuestros, las desapariciones, las extorsiones y los asesinados desaparecieron, digamos, por arte de magia… Pero más todavía, por la firmeza con que las tribus políticas ejercieron el poder público… Ahora, Veracruz convertido en un escurridero de sangre y tiradero de cadáveres en los cuatro puntos cardinales… Diez meses después de la toma de posesión del nuevo sexenio… La era Gutiérrez Barrios y Dante… La era Nahle… (lv)