“se encuentran bajo acoso y acciones de amedrentamiento para evitar expresen su oposición a la prórroga de cuatro años otorgado al Rector Martín Aguilar, según acusan integrantes de la Red UV”.
Y el trascendido de que las madres con hijos y parientes desaparecidos “sufren amenazas frecuentes y no confían en el cuidado de escoltas” (La Jornada, Iván Sánchez).

DOS. Sólo creer en Dios…

En ambos casos, parte de la población con el estado de hechos y cosas sociales y académicas en Veracruz.
Una población contestataria a los hechos injustos de la autoridad.
En un caso, el Rector de la UV.
Y en el otro, voces anónimas acosando por celular a las madres miembros de los Colectivos, integrados con madres y padres con hijos secuestrados y desaparecidos.
Incluso, el Colectivo Solecito de Veracruz, asegurando que “la mejor medida de seguridad es de Dios, porque la mera verdad, no sabes si el que te va a resguardar es el que te va a poner” de acuerdo con la experiencia de la señora Rosalía Castro Toss.

TRES. Veracruz, surco fértil

Es el otro Veracruz.
El Veracruz de la gente con indignación crónica.
El Veracruz de la población con indignación crónica ante el mundo de injusticias sucesivas.
Peor aún, ante un Veracruz donde los tiros y balazos, los secuestros y las desapariciones, los feminicidios, los asesinatos, las extorsiones y las fosas clandestinas tienen, parecen tener, un surco fértil para germinar con lluvia o sin lluvia.

CUATRO. Crudeza del rector de la U.V.

En el caso de la UV, el mundo insólito de Martín Aguilar exhibido en toda su crudeza por la Red UV: “A los alumnos (en su contra) se les impide la entrada a los espacios universitarios.
A los catedráticos, principalmente a los de nuevo ingreso o quienes no cuentan con base, los han amenazado y muchos temen perder su fuente de trabajo.
Y por eso mismo evitar sumarse a las manifestaciones de inconformidad.
Y a los burócratas les advierten que no apoyen las inconformidades”. (Ibidem)
Caray, en una Universidad Veracruzana que en su esencia pura es, ha de ser, plural.
Plural como la vida misma.

CINCO. Nadie confía en la policía

El miedo y el temor y el terror de los Colectivos.
Dice la señora Rosalía Castro Toss: “No confiamos en la policía pues en muchas ocasiones los uniformados están vinculados con la delincuencia y podrían entregarnos a los criminales”.
Es Veracruz hoy. En el segundo sexenio de la 4T, aquel de la honestidad valiente, la purificación moral y los derechos humanos.
Aquel donde las tribus políticas “no son iguales” a los priistas y panistas, sus antecesores.
Los hechos como son.
Al desnudo. (lv)