**Ruda vida femenina
**Vetadas a los 30 años
**Tope para un trabajo
**El infierno laboral
BANDERAZO DE SALIDA: La vida laboral para las mujeres cada vez más ruda y dura... Y en Veracruz, además, y sin ninguna duda, en el resto de la nación... Por ejemplo, los empresarios, industriales, fabricantes, comerciantes, abarroteros y hasta dueñas de fondas de fritangas imponiendo un tope a la edad para la solicitud correspondiente... No mayores de 28 (veintiocho) años... Incluso, caray, una licencia: no mayores de treinta años... Y si una mujer de 35 años solicita una oportunidad, cien por ciento negada... Peor, mucho peor cuando la dama ha cumplido unos cuarenta, cincuenta años... Y ni se diga, el infierno total y absoluto a los sesenta años
Con todo, ajá, y los derechos humanos… Y la llamada liberación femenina… Ni siquiera, vaya, admitidas las mujeres mayores de treinta años como asistentes domésticas en el despacho de una doctora, una ingeniera, una contadora pública…
CURVA PELIGROSA: La realidad laboral está muy canija… Incluso, originando y multiplicando una tormenta interior en cada mujer mayorcita de la edad establecida… Así seas, incluso, una lumbrera en la profesión y la técnica estudiada y hasta con cuadro de honor… Así tenga la mujer gran experiencia… Así esté ultra contra súper recomendada… En el caso de las tribus políticas (ya se sabe) únicamente son beneficiadas con una chamba en la oficina pública las mujeres amigas entre las amigas de las jefas máximas… El círculo político más cerrado que nunca… Más porque por lo regular, las mujeres jefas y subalternas miran en las otras una competencia real que las puede destronar… “Es el socialismo con rostro humano” preconizado por las tribus políticas de la izquierda… La realidad como es… Y los hechos como son… “Al rojo vivo” y descarnados…
AUTOPISTA DEL SUR: Más, mucho más, en un Veracruz donde seis de cada diez habitantes viven en la miseria, la pobreza y la jodidez… Y en el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos y la migración a Estados Unidos (y en la era Trump) soñando con una oportunidad laboral digna… Y pagada en dólares… La peor pesadilla del mundo para las mujeres mayores de treinta años buscando un trabajo… En el mejor de los casos, de asistentes domésticas y con todo y la feroz competencia… Y de casa en casa… Y una casa cada día de la semana… Y/o secretaria (ajá) en un despacho y con la carga laboral de la limpieza en la oficina… Y de paso, hasta cuidar de los niños, hijos de los patrones… Empleadas en una tienda de abarrotes… Y hasta en el mercado popular… Mujeres chambeando en moteles y en el turno nocturno y encargadas de la limpieza de cada habitación y de la ropa de cama…
AUTOPISTA DEL NORTE: Mujeres cuidando enfermos en una casa… Y en el sanatorio… Y en el albergue… Incluso, de vigilantes como mujeres policías privadas… Cocineras en restaurantes y fondas… Meseras… Caray, abriendo un tianguis en la sala de casa subastando ropita vieja pero conservada y a precios baratos, muy baratos, para consumo de la vecindad doliente… Mujeres, digamos, en igualdad de circunstancias económicas y sociales… El famoso tequio y en donde todas se venden entre sí para mejorar un poquito la economía… Y desde el gobierno, las tribus políticas en turno con los programas sociales para una bequita bimensual de seis mil pesos… Es decir, tres mil pesitos al mes… Más cuando, por ejemplo, la consulta con un médico especialista cuesta hasta mil quinientos pesos… Y una medicina con treinta pastillitas para el corazón vale mil doscientos pesos…
RECTA FINAL: En contraparte, las mujeres políticas alardeando los cargos públicos… Alcaldesas, ediles, gobernadoras, presidenta de la república, diputadas locales y federales, senadoras, juezas, magistradas (y por nueve años, ajá)… Simplemente, la llamada liberación femenina construida únicamente para ellas… Alardeando que “es la hora de la mujer”… Y con tantas mujeres indígenas, campesinas y obreras en la miseria y la pobreza… Políticas “cortándose las venas” de que ellas abrirán la puerta económica y social al resto de la población femenina… La venta burda, ramplona, barata, demagógica y populachera de esperanzas… ¡Ay las Adelitas yéndose a la revolución soñando con el advenimiento de un bello día!... ¡El día de la dignidad femenina!... Una Adelita, Graciela Olmos, terminó con el burdel más famoso en la Ciudad de México… Se llamaba “La bandida”… El cliente número uno, Plutarco Elías Calles… Y con su equipo en el poder público…
META: Desde luego, hay mujeres con mucha, muchísima suerte… Como si tuvieran un ángel de la guarda… Un dios mitológico (o diosa) protegiéndolas… Por ejemplo… Eusebia Cortés Pérez, dueña muchos años de un puesto de fritangas en Coatzacoalcos… Su benefactora, a quien abastecía de sus productos alimenticios, sanos y nutritivos, la convirtió en Regidora… Luego, diputada local… Después, subsecretaria de Estado… Y en el camino, levantando la mano para la candidatura sureña a presidenta municipal… Pero, bueno, y por desventura, pocas, excepcionales ocasiones una golondrina solitaria anunciando el verano… Y aun cuando todos los seres humanos soñamos con un ángel de la guarda tenerlo significa un milagro, una excepción, un privilegio… (lv)