Namiko, "en la luna"
1 (Política de cara a la historia)
Namiko Matsumoto, en carrera política ascendente.
Inició con Javier Duarte en la llamada Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas.
Tiempo aquel cuando diecinueve trabajadores de la información fueron asesinados.
Más tres desaparecidos.
Veracruz, como "el peor rincón del mundo para el gremio reporteril" declararon las ONG de periodistas.
En periódicos de Europa tenían galería de periodistas asesinados en el mundo.
Y entre ellos, varios de Veracruz.
Y en el Duartazgo.
Y tiempo cuando Namiko ofreció cafecito con galletitas al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, luego de amenazar con la cárcel a un fotógrafo que tomara las gráficas de una guardia comunitaria en los Llanos de Sotavento.
Luego, con Cuitláhuac García en la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Tiempo cuando llegaba con las madres con hijos y parientes desaparecidos a sus desayunos.
Y tiempo cuando sus recomendaciones le valían (todavía) a la fiscal general.
Mujer contra mujer.
Por eso, la vigencia del consejo de su señora madre a Fidel Herrera Beltrán cuando partiera de Cosamaloapan a buscar la vida:
"Hijo, no tengo dinero que darte como herencia. Pero te daré un consejo: nunca pelees con una mujer porque es pelear con doscientos hombres al mismo tiempo".
Ahora, sueña con el siguiente cargo público, digamos, como la política automática.
La Comisión de Atención a Víctimas.
Académica en la Universidad Veracruzana con permiso (de seguro) y desde hace mucho tiempo porque significa antigüedad para pensionarse.
Que ella está en la terna a dirimirse en el Congreso del exjesuita y exzapatista de Chiapas, Esteban Bautista Hernández.
Y, claro, una decisión que será tomada con el visto bueno de la jefa del Poder Ejecutivo estatal.
Namiko, trasciende a trío de mandatarios.
Uno, Javier Duarte.
Dos, Miguel Ángel Yunes Linares.
Tres, Cuitláhuac García.
Y ahora, promovida para estar con la cuarta.
La primera mujer gobernadora.
La moneda está rodando.
2 (Políticas trascendidas)
En el Veracruz de hoy, mujeres políticas trascendidas y pasando sexenios.
Namiko Matsumoto.
Anilú Ingram Vallines. De Fidel Herrera a Nahle.
Verónica Hernández. De Fidel Herrera a Nahle, todo indica, a pesar del bombardeo en su contra y por varios lados.
Elizabeth Morales. De Fidel Herrera a la fecha.
Ahora, diputada local y militando en el Partido del Trabajo y soñando con otro cargo político como la dirigencia estatal del PT.
Eusebia Cortés Pérez. De Cuitláhuac García a Nahle. "Tu amiga Cheva". De dueña de un puesto de fritangas en Coatzacoalcos, a Regidora en el Ayuntamiento, diputada local y subsecretaria de Estado.
3 (Política privilegiada)
De los ocho millones y cacho de habitantes de Veracruz...
Y considerando que seis de cada diez personas son mujeres...
Entonces, Namiko es una académica y una política privilegiada.
Digamos, en el peldaño más alto del poder público.
Y aun cuando la historia política en cada sexenio es un tragadero de mujeres y hombres, ella, fuera de serie.
Sin duda y entre los suyos habría quienes la miren con madera teca (la más fuerte del mundo vegetal) para la gubernatura en el año 2030.
"Con el tiempo y un ganchito", soñarán.
4 (Madrinas y/o padrinos políticos)
Veracruz hoy: dos mujeres frente a frente.
En el palenque.
En un lado, Namiko Matsumoto.
Y en el otro, Verónica Hernández.
Namiko extendiendo observaciones a la fiscal general.
Y la fiscal, rechazando todas "y a tiro por viaje".
La fiscal, rafagueada por las tribus políticas para destituirla del cargo elegida por nueve años.
Incluso, hasta un diputado local y de MORENA interponiendo iniciativa de ley para achicar el periodo de la Fiscal de nueve a cuatro años.
Además, otros francotiradores.
El líder de la JUCOPO, Junta de Coordinación Política, asegurando que el asuntito está en su cancha.
Y la fiscal, todo parece, inamovible.
Y Namiko, soñando con el siguiente cargo público.
Una y otra, de seguro, y como hipótesis universal, con madrinas y/o padrinos políticos poderosos.
Una de las dos sobreviviría, quizá.
Acaso, incluso, las dos. (lv)