Y cuando alcanzó “la plenitud del pinche poder” con Patricio Chirinos Calero…
Montón de Yunes fueron desfilando en cada viaje sexenal.
En una ocasión ganaron la gubernatura y por dos años. En cuatro ocasiones, la han perdido en las urnas.
El apellido está saturado. Jubilado en el altar de la patria política y cívica.
Incluso, de acuerdo con uno que otro experto, si en el año 2030 un Yunes se lanza de candidato a gobernador bien pudiera tratarse de “una derrota anunciada”.

DOS. Población política saturada

Con tantos Yunes en el palenque jarocho llegó a tenerse la certidumbre de que Veracruz está hecho para los Yunes.
Fueron tantos y por todos lados que de pronto, la mitad de la población y otra parte de la otra mitad llegaron a saturarse.
Más por la sensación de que únicamente parecían existir los Yunes para ejercer el poder y gobernar.
Incluso, y hasta en el interior de sus dos partidos tradicionales, por ahora, el PRI y el PAN.

TRES. Yunes sin relación entre sí

Ni hablar, son una familia amplia. Con todo y que por ahí unos Yunes juran y perjuran que ninguna relación sanguínea tienen con otros Yunes.
Digamos, y como sucedió a los ancestros (abuelos, tatarabuelos) cuando desembarcados en Veracruz procedentes del otro extremo del mundo, cada uno decidió, primero, el apellido que llevarían.
Más considerando que en la Franja de Gaza hay un pueblo con el hombre de Yunis.
Y, segundo, eligiendo cada uno el poblado donde se instalaría.

CUATRO. Muchos arraigados en Veracruz…

Desde la ciudad jarocha y Boca del Río hasta Soledad de Doblado, Perote, Xalapa y Córdoba, entre otras demarcaciones.
Y como está visto, parte considerable escogió la política como forma de vida económica y social.
Digamos, ajá, servir al pueblo.
Todos ellos han sido presidentes municipales, diputados locales y federales, Senadores, funcionarios públicos tanto en el gobierno del Estado como federal y líderes partidistas.
Pero como desde hace mucho tiempo el apellido Yunes fue cacareado en la cancha pública llegó un momento social del rechazo por añadidura.

CINCO. Apostar a la estrategia

Por ahora, dos Yunes, diputados locales. Otro Yunes, Senador de la República. Otros Yunes, por ahí, en un cargo público en el gobierno morenaco.
Y, claro, tienen el legítimo derecho como ciudadanos nacidos en Veracruz en soñar con la candidatura partidista a gobernador en el año 2030.
Pero de seguro habrán de meditarlo y ponderar y cavilar el sentir social para lanzarse a la aventura con la certeza de que ganarían.
En todo caso, y desde ahora buscar la posibilidad de empujar a políticos (mujeres y hombres) con una buena hoja de servicios públicos para que sigan creciendo de aquí al 2030 y significar un plus.
Y un plus, capaz de derrotar en las urnas al Morenaco más pintado. (lv)