Pacho Viejo, una bomba de tiempo…
Noé Zavaleta
*Hubo requisa en el CERESO del Distrito Judicial de Coatepec. Policías estatales decomisaron “algunos celulares”, ropa, tablets y objetos de reos en buen estado. Nadie “levantó” acta del decomiso. Algún policía “gandalla” se quiso llevar el ventilador del exfiscal, Jorge Wínckler, cuando se dieron cuenta lo tuvieron que regresar.
*El director del penal, Raúl López Ambriz -quien ya fue director del penal de Tuxpan- no quiere hablar ni atender las quejas de los reos. Como él mismo lo dice a sus cercanos: “Yo vine a no meterme en problemas”. En dos meses, dos directores de penales han sido asesinados, uno de ellos, involucrado en extorsión a un “generador de violencia”.
*Adentro del Centro de Readaptación Social de Pacho Viejo también se cobra “impuesto criminal”, el papel de baño, el jabón, no comer comida descompuesta, por todo eso se paga dinero a la maña a través de custodios o de reos.
Por Noé Zavaleta
Pacho Viejo es una bomba de tiempo… en el último piso de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) lo saben. Hace 48 horas hubo requisa en el CERESO del Distrito Judicial de Coatepec.
Una treintena de Policías Estatales, acompañados de tres binomios caninos ingresaron al Centro de Readaptación Social de Coatepec. Extrañamente, sólo algunos reos recibieron “el pitazo” de la autoridad y pudieron esconder en el punto más recóndito del penal sus cosas.
Los policías estatales decomisaron “algunos celulares”, ropa no apta para el penal, tablets y objetos de reos en buen estado. Nadie, ni el director del Penal, Raúl López Ambriz, ni el comandante de la SSP a cargo del operativo, ni en oficinas centrales “levantaron” acta del decomiso.
Algún policía “gandalla” se quiso llevar el ventilador del exfiscal, Jorge Wínckler, cuando se dieron cuenta de a quien estaban “apañando” lo tuvieron que regresar.
Blog Expediente tuvo acceso a los testimonios de dos personas privadas de su libertad (PPL) a través de un custodio del CERESO. Vía mensajes temporales de Telegram hacen llegar las siguientes quejas para que en el Gobierno de Veracruz y en la sociedad sepan lo que está pasando en el penal de Pacho Viejo.
“Hay una plaga de chinches y piojos, pero no les quieren hacer caso, en la zona de reos de mujeres. En todo el penal el agua de grifos y regadera sale muy sucia, traemos granos en las axilas, brazos, piernas de color rojos… Se sabe que los tinacos no los han lavado tiene años, por aquello de la austeridad republicana y eso nos afecta en la salud” apunta una PPL del sexo femenino.
Explaya que la comida que les dan es mínima y que con los hombres es peor, porque muchas veces ya está agria o “muy culera”.
El actual director del penal, Raúl López Ambriz, quien ya fue director del penal de Tuxpan, no quiere hablar, ni atender las quejas de los reos. Cómo él mismo lo dice a sus cercanos: “Yo vine a no meterme en problemas”.
Adentro del Centro de Readaptación Social de Pacho Viejo también se cobra “impuesto criminal”, el papel de baño, el jabón, incluso por no comer comida descompuesta, se paga dinero a la maña a través de custodios o de reos.
“Por vender adentro tus cosas: Carteras, cinturones, alguna artesanía, ropa que se confecciona en el penal, pagas cuota… Claro pagas a un custodio, que él te dice que ya “subió la cuota” porque arriba -no el director del penal, sino la maña- ya te piden más y hay que reportarse”.
Otro PPL, del sexo masculino señala que incluso en la maquila en la que trabajan decenas de reos y reas para poder obtener un ingreso y enviarlo a sus familias, se las asigna una remuneración semanal de 500 pesos (jornadas de 7 A.M. a 8 P.M.), con derecho de una hora de comida; sin embargo, so pretexto de la cuota a la delincuencia organizada, el personal penitenciario, del área de capacitación y trabajo únicamente les entrega 300 pesos, los otros 200 pesos se extravían en esa delgada línea entre fuerzas del Estado y células criminales.
HACINAMIENTO CONTRA PRIVILEGIOS…
En el penal de Pacho Viejo hay hoy con prisión preventiva oficiosa y cumpliendo sentencia a distintos generadores de violencia y servidores públicos con procesos penales abiertos. En los testimonios que pudo acceder Blog Expediente, los entrevistados dan cuenta de que hay celdas desocupadas o con apenas un reo; mientras hay internos de bajos recursos o que no son del agrado de la dirección general y qué duermen en el piso.
“Y el número de quejas al interior es infinita. La cuota para los que venden, so pretexto, qué le echan la culpa a guardia externa (Policías Estatales) subió mucho. Aquí también vivimos nuestra propia inflación: Un tomate está en cinco pesos; un huevo en cinco, tener acceso a un rollo de papel en 15, una pequeña botella de agua purificada en 20”.
En la requisa, los PPL señalan que es normal que estatales retiren televisiones, celulares, armas, drogas y otras cosas; sin embargo, lo que es sagrado son los instrumentos de trabajo de los reos, como ganchos, mallas, hilos, entre otros materiales.
“En la requisa el retiro no fue parejo. El material que entra se reporta en trabajo y capacitación ahí llevan un control de quién mete ganchos malla, hilos y material de trabajo con lo que sustentamos a nuestras familias… Los estatales (quienes hicieron la requisa) no reportaron nada, no hubo acta, ese material lo tenían que anotar y luego regresarlo. No nos queda otra que rebelarnos y quejarnos en Derechos Humanos… A muchos, muchas ya nos amenazaron que sí la hacemos de pedo van a pedir nuestro traslado al penal de Amatlán”.