Y siguió a la gobernadora quien llamó "miserables" a los contestatarios. Políticos y medios.
Samuel Ferrer endilgó siguientes adjetivos calificativos al personal de los hospitales en la indignación crónica.
Y, claro, igual que AMLO, el ex, azuzando a los pacientes y enfermos en contra de los burócratas:
Uno, diabólicos.
Y dos, satánicos.
En tanto, los diabólicos y satánicos tomaron la caseta de La Antigua porque el gobierno ha sido autista.
En Cardel, el paro del personal de limpieza en el IMSS.
En protesta el personal del Hospital de Alta Especialidad en la ciudad jarocha.
Igual, igualito, el Hospital General de Córdoba y en donde por tanta basura acumulada los médicos suspendieron las cirugías.
Más hospitales públicos de otras ciudades.
La empresa Leth señalada de culpable.
Raro y extraño, ninguna autoridad llamando a cuentas a Leth.
Y ni hablar, a estas alturas, 8 meses y medio después de iniciado el sexenio en Veracruz, solo queda la protesta.
La inconformidad social.
La rebelión en la granja popular.
La sublevación.
Vaya, la única alternativa para que las tribus políticas "de arriba" volteen a los jodidos.
En el subsuelo del conflicto, la calidad de vida de la población en la miseria y la pobreza.
Y de los derechohabientes de las instituciones públicas de salud.
El IMSS.
El ISSSTE.
La secretaría de Salud estatal.
Y mientras "son peras o manzanas", nadie dudaría de que los jefes máximos dejaron crecer el pendiente y el conflicto.
Hasta que de plano estalló... y como era previsible.
Días, semanas quizá, de indiferencia de los jefecitos.
Y cuando despertaron "el dinosaurio seguía ahí" pero dando coletazos.
Por desventura, no hay de otra.
Encaramados en la parte más alta de la luna y del sistema solar, las tribus políticas llegan a sentirse y creerse dioses mitológicos.
Invencibles.
Superiores.
Inderrotables.
Después, claro, y para justificarse llaman "miserables" a los inconformes.
También, diabólicos.
Y satánicos.
¡Vaya forma del director del ISSSTE de Xalapa de quedar bien con los jefes!

2 (Craso error...)

Siempre lo dijo el góber Fernando Gutiérrez Barrios:
Si es mediodía...
Y el pueblo dice que es medianoche...
Hora de prender las farolas.
En su tiempo, el presidente Lázaro Cárdenas del Río solía viajar al punto geográfico más distante del viejo Distrito Federal donde la población se enervaba para dialogar con ellos con toda la prudencia, paciencia y tolerancia hasta solucionar el pendiente.
Ahora les llaman miserables, diabólicos y satánicos.
El error número uno en todos los niveles es retener el salario a los empleados. (lv)