Otro feminicidio
**En norte de Veracruz
**Cadáver en camino polvoriento
ESCALERAS: En Álamo (el infierno de hoy en Veracruz), otra mujer feminizada. Unos campesinos descubrieron el cadáver en la mañana. La segunda en manos de una semana. La primera, la maestra y taxista, Irma Hernández. La segunda, en la filtración oficial, que acaso, acaso, acaso, Dulce Hortencia Tolentino.
Las dos, boletinadas por la Comisión Estatal de Búsqueda.
El mismo día cuando, además, boletinaron a dos mujeres más desaparecidas.
Kelly Mateo, de 26 años, en Tihuatlán. Y Carmen Sánchez, 27 años, en Poza Rica.
PASAMANOS: Pero, avisito parroquial: “Veinte y las malas” que pronto, quizá ya, en el lado oficial recordaron el trío de pretextos para definir que en Veracruz “los hechos delictivos recientes no son del crimen organizado” y como sostiene Nahle, la góber.
Por el contrario, en su listado, la primera razón de la violencia son las riñas.
Riñas, callejeras. Riñas, incluso, y acaso al calor de las copas, en velorios y fiestas y bailongos.
La segunda razón, se deben a temas pasionales.
Un marido – machista. Un amante machista. Un novio machista… quitando la vida a su pareja.
Incluso, hasta en un trío.
Y la tercera razón, la culpa, la culpa, la culpa de tanta violencia se debe a la delincuencia común.
Es decir, a ladrones, ladronzuelos, rateros y raterillos tanto de casas como de comercios y hasta de fondas y fonditas.
CORREDORES: Por lo pronto, un feminicidio más.
Ahora sí, como dijo el filósofo filoso, Felipe Calderón Hinojosa, “haiga sido como haiga sido”.
Una mujer más asesinada en el epicentro del infierno convertido el norte de Veracruz.
Pero más, mucho más, Álamo.
Y el Álamo del fallecido líder campesino César del Ángel a partir de la profe Irma Hernández y quien, dice Nahle, en ningún momento falleció de tiros y balazos de los malandros sino de un infarto cardiaco.
¡Diosito santo mantenga con vida siempre, siempre, siempre, a Nahle!
La ideóloga del No, No, No, como en aquella película con Gael García Bernal como publicista en una cruzada cívica en un país de América Latina gritoneando No, No, No… a la dictadura militar.
BALCONES: Falta saber el destino del par de mujeres secuestradas y desaparecidas en el norte del Veracruz polvoriento y huracanado.
Una, en Tihuatlán. Y la otra, en Poza Rica, allí, donde revelara Nahle, el Ayuntamiento de un beisbolista al mando, tiene filtrada la Comuna por un grupo delictivo.
Igual, igualito cuando en su tiempo lo atestiguaba Cuitláhuac García Jiménez, sin nunca aportar una sola prueba.
PASILLOS: Desde hace quince años (Javier Duarte de góber precioso), las mujeres viven y padecen el peor infierno de la tierra.
El caso más trascendente el de la preciosa Fernando Rubí, en Orizaba, secuestrada en una discoteca, y cuya señora madre, Araceli Salcedo, la busca desde entonces sin desmayo ni tregua.
Veracruz, ungido líder nacional en feminicidios.
Y en el sexenio del primer gobernador socialista del siglo XXI, el ex maestro de la Universidad Veracruzana, Cuitláhuac García, y ¡qué vaya honra para la UV! (lv)