Vaya, hasta el diputado federal, Zenyazen Escobar, agarrándose con el priista Javier Duarte.

PASAMANOS: El fuego amigo de un funcionario de la secretaría de Finanzas y Planeación en contra del diputado local y titular de la JUCOPO, Junta de Coordinación Política del Congreso, Esteban Bautista.
El otro fuego amigo en contra de la secretaria de Educación, Claudia Tello.
Ricardo Ahued Bardahuil, secretario General de Gobierno, apodado por sus colegas guinda y marrón como “El conserje del palacio”.
La obsesiva obsesión de las huestes morenas para tumbar a la Fiscal General y quedarse con “el hueso”.
El rafagueo guinda en contra de Cuitláhuac García Jiménez, a quien, caray, hasta la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo salió en su defensa como un político honesto.

CORREDORES: El fuego cruzado entre Esteban Bautista, diputado local, y Juan Javier Gómez Cazarín, delegado del Bienestar Social, y quien, ni hablar, pidiera ayuda a Nahle para el blindaje político y administrativo.
La caída de la secretaria de Turismo, la Nena de la Reguera.
La agarradera del chongo entre el senador Manuel Huerta y Zepeta, el coordinador estatal de MORENA, por quienes fueron nominados a las candidaturas a presidentes municipales.
El trascendido de que Manuel Huerta Ladrón de Guevara fue señado como “violín”, y no necesariamente “en el tejado”.

BALCONES: El fuego amigo contra Nahle por la controvertida y polémica planta de Dos Bocas.
El bombardeo en contra del guinda Leopoldo Deschamps, derrotado para la alcaldía de Alvarado y promovido para un cargo en el gabinete estatal.
El sistemático anuncio político, social y mediático de que los días de la secretaria de Educación, la comadrita Claudia Tello, están contados.
El incienso (y con la mala leche) de que el subsecretario General de Gobierno, José Manuel Pozos Castro, ocuparía la secretaria de Educación y la titular iría al comité estatal de MORENA y el titular de MORENA a la SEV en un cargo secundario.
Entre otros trascendidos.

PASILLOS: Alguna vez, Zepeta lo dejó claro: “No se peleen. Hay muchos cargos por repartir”.
Pero, claro, su voz fue como el griterío del pastorcillo de Oaxaca anunciando que “ahí viene el lobo”.
Y el lobo, claro, nunca llegaba.
Y cuando apareciera nadie creyó.
En el caso, se ignora si el rafagueo y el fuego amigo en MORENA Veracruz sirva para cuajar la imagen de un buen gobierno estatal.
Y/o en todo caso, porque se trata del personal estilo de ejercer el poder y así conviniera a Nahle.
Lo dijo aquel: “Divide y vencerás”.
A otros con el chorizo de un gobierno con unidad. (lv)