y el concierto de Shakira en el estadio Luis “El Pirata” de la Fuente sirvieron para desviar la atención del Proceso.

PASAMANOS: Más cuando, por ejemplo, el reportero Mathieu Tourliere centró el primer bombazo de “presuntas irregularidades en la entrega de contratos millonarios, especialmente los adjudicados a empresas allegadas a Rocío Nahle, como Juan Carlos Fong Cortés, el primo de su esposo, y Arturo Quintanilla Chavira, el hijo de su compadre”.
Y cuando, además, refirió contratos de Dos Bocas a unas empresas ligadas a Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia, los grandes amigos y aliados del dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Jaén, los dos copresidentes ejecutivos de la televisora.

CORREDORES: Fue (es todavía) la comidilla y el postre del día carnavalero.
Tanto que, por ejemplo, la gobernadora aplicó estrategia de mercadotecnia política y quiso centrar la atención en otro cochupo, también, por cierto, detectado por la Auditoría Superior de la Federación.
Así, ella misma apretó la Magnum en contra de la ex segunda secretaria de Salud del góber salsero y danzonero, Cuitláhuac García Jiménez, a saber, Guadalupe Diez del Castillo, señalada de irregularidades.
Incluso, hasta blindando a su cuate, el doctor Roberto Ramos Alor, el primer titular de la SS con Cuitláhuac, de donde saliera “sin pena ni gloria” y después ungido diputado federal, y como se encontraba a disgusto con la curul, elegido titular del Seguro Social en Veracruz.
Madrazo seco, pues, a Cuitláhuac García.

BALCONES: Dijo Nahle de Guadalupe Diez del Castillo: “Ella tendrá que solventar, justificar o comprobar lo que sea necesario”.
Y en respuesta, Diez del Castillo se amparó.
Se ignora si el bombazo en contra de Cuitláhuac y Guadalupe Diez habría resultado efectivo para olvidar el Procesazo.
Y por lo que se entiende, tampoco fue posible que el reality show en la Universidad Veracruzana en contra del reelegido Rector, el sociólogo de la Sorbona, Martín Aguilar Sánchez, sirviera para obnubilar el reportaje de Mathieu Tourliere.

PASILLOS: Mientras, y como siempre ha ocurrido desde los orígenes cuando la refinería Dos Bocas ha estado en el palenque por el presunto desaseo presupuestal, Nahle recurriendo a las redes sociales para defenderse a sí misma.
Más, porque de por medio existen millones de millones de pesos en el limbo.
Y de ñapa, sus amigos de Veracruz, sureños, y en donde sobresale su esposo.
Y el par de copresidentes ejecutivos de Televisa.
El Procesazo fue duro, muy duro, en el territorio jarocho.
Y Nahle está ocupada en “recomponer su figura”.
Mal comienzo de semana. (lv)