Incómodo para la diputada local, jefa de jefas, Tanya Carola.
Incómodo, desde luego, para Nahle.
Se ignora si incómodo para el diputado local titular de la JUCOPO, aquella manejando los recursos públicos.
Incluso, el avisito de Tanya Carola de que hoy, hoy, hoy, en el congreso estatal de MORENA bien "amerita su expulsión".
Y Huerta listo con la Magnum advirtiendo "a tirios y troyanos" que "no me expulsarán".
Se ignora si bien pudiera tratarse de un reality-show, igual, igualito que en el tiempo priista.
Y en donde hacia el final del día y de la noche todos fumando la llamada "pipa de la paz".
Y/o el mal fario y el peor karma de Huerta tenga fundamento a partir del ejercicio de la libertad partidista que ha venido usufructuando.
Por ejemplo, en contra del dirigente estatal de MORENA.
Y en contra de una que otra medida de la gobernadora.
Por lo pronto, "haiga sido como haiga sido", su condiscípulo en la facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana, amigo y aliado, el doctor Martín Aguilar Sánchez, fue reelecto como Rector por los siete notables de la Junta de Gobierno.
Y ahí cuando está la advertencia de los opositores de una demanda, Martín Aguilar sigue en la silla embrujada de las Lomas del Estadio.
Y como aliado de Manuel Huerta.
Además, y entre otras posiciones, la presidenta municipal electa de Veracruz, Rosa Hernández Espejo, formó parte de su parcela y la considera de su pesebre.
Quizá, quizá, quizá, mirando hacia el año 2030, pues nadie dudaría de que el juego sucesorio por la gubernatura está en las neuronas, los corazones y los hígados morenacos.
Al momento, nada ni nadie ha podido instaurar un bozal al Senador.
Está jugando.
Sigue jugando.
Se ignora si esté sembrando en el surco fértil para ganar espacios en los ciudadanos de a pie y motorizados.
Y ganando feligreses para su capilla política.
Pero el senador ha elegido el camino opositor para seguir creciendo cada día y cada vez.

2 (Único opositor)

De hecho, el Senador es, parece, el único gran opositor a las tribus morenacas empoderadas en Veracruz.
El PAN, por ahí, y también el PRI, ocupados de vez en vez de las cuestiones poselectorales.
Pero Huerta "a tiro por viaje" se ocupa de los errores y fallas del día con día.
Tanto de los líderes estatales de Morena como del estilo personal de ejercer el poder y gobernar de Nahle.
Nada calla. Todo lo desembucha. Y con sentido crítico.
Casi casi, impartiendo cátedra sobre un buen gobierno.
"Veinte y las malas" que atrás de tanto rafagueo de los morenacos una mano superior "mueve la cuna".

3 (Políticos de izquierda más antiguos)

Nunca ha de olvidarse que Manuel Huerta y Amado de Jesús Cruz Malpica, a la sazón, presidente municipal en Coatzacoalcos, son los políticos de izquierda más antiguos de Veracruz en la amistad con Andrés Manuel López Obrador.
Y en la primera nominación del candidato a gobernador los dos quedaron fuera pues AMLO eligió a Cuitláhuac García Jiménez y lo que, a la fecha, sigue constituyendo un misterio político.
Y en la segunda jugada, AMLO inclinó el Dedazo por Nahle.
Y de nuevo ambos, quedaron fuera.
Cruz Malpica está ocupado con Coatzacoalcos.
Pero Huerta, con todo y tener la curul senatorial, sigue apretando el gatillo de la Magnum.
Acaso, bien pudiera considerarse que Huerta es más, mucho más libertario, más encendido, más incendiario, más crítico, con mayor indignación crónica que Cruz Malpica.

4 (Contestatario histórico)

De hecho, toda su vida Huerta Ladrón de Guevara ha sido, es, contestataria.
En el salón de clases de la facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana, su compañero y amigo, Juan Vergel Pacheco, lo recuerda con admiración cuando en cada imposición de un candidato priista solían armar un mitin de protesta.
Más porque desde entonces, eran como hoy de izquierda.
Opositores a todo lo que olía a priismo.
En aquel tiempo, Huerta se volvió amigo del periodista Ignacio Ramírez, el Nigromante Dos, y quien era reportero del semanario Proceso de don Julio Scherer García.
Incluso, en cada gira de Ramírez en Veracruz, Manuel Huerta era una especie de su guía en la indignación crónica fermentando en la población precarista.
Vergel Pacheco, su amigo, se volvió líder estatal del PRD y enfrentó a un Javier Duarte obsesionado con arrodillarlo y lo que nunca pudo, con todo y que Vergel fue lanzado del partido ordenado por el dirigente nacional, Jesús Ortega.
Huerta, a tono con su vida, en el ejercicio pleno de la libertad y la dignidad humana.
Zepeta y sus anexos y conexos, lo han querido doblegar, creyendo que la lealtad al partido significa el sometimiento total y absoluto.
Esos tiempos, caray, forman parte de la historia. Tiempo aquel cuando la leyenda bíblica es que se estaba con el jefe "hasta la ignominia".
Y si alguna duda existiera bastaría convocar la gran lucha de la liberación femenina. (lv)