Luego de dimes y diretes, las tres chicas rompen con el galán y el galán queda solo… “La cruda realidad”, pues, y que nunca (y hasta donde se sabe, si se sabe bien) ha contado Sánchez Azuara…

CURVA PELIGROSA: La hambruna está muy canija… Cada mañana, por ejemplo, feroz pelea entre las palomitas disputando unos mendrugos que un señor de la séptima década les tira en la banqueta del parque del barrio… Y las palomitas como gallitos de pelea en el palenque… Y al mismo tiempo, un par de pichos dándose picotazos para herirse y sangrar por los residuos de comida en la lata de la basura casera… Y sin clemencia… Despiadados y hasta con arañazos de las patas… De hecho y derecho, la simple ley de la selva… Lo bueno es que las ardillitas gustan de los cacahuates, a los que tan poco afectos son los otros animalitos… Igual, igualito, como los ratones “dan la vida” por un pedacito de queso manchego… Por lo pronto ha de recordarse que la forma ideal para quererse hoy es a través de los correos electrónicos, los WhatsApp y si es posible, las videollamadas…

AUTOPISTA DEL SUR: Comprobado: la peor depresión es la genética… Aquella que viene de la herencia familiar… Los padres… Los abuelos… Los tatarabuelos… Una doctora lo dice del siguiente modo: “Se trae en la sangre y nada la cura”… Bastaría recordar el caso del escritor Ernest Hemingway…. Su padre, médico, se quitó la vida en un viaje depresivo… Un tío, de igual modo… Una sobrina, también… Y Hemingway, después de varios intentos frustrados, por fin “le pegó al clavo” y se disparó un tiro en la boca una mañana hacia las seis horas cuando la cuarta esposa dormía en la recámara… En otros casos de familias depresivas, algunos han terminado en el manicomio dado el alto volumen de la enfermedad… Incluso, mal genético suele pegar “duro y tupido” en las personas ricas y pudientes… Parte de su vida matrimonial, el escritor Francis Scott Fitzgerald siempre tuvo a su esposa Zelda en un manicomio… Y mientras él se hundía en el alcoholismo…

AUTOPISTA DEL NORTE: El actor Russell Crowe interpreta a un policía duro y rudo y quien únicamente sabe que la verdad de una historia puede lograrse a partir de madrazo limpio a los malos… Y a su lado la actriz Kim Basinger interpreta a una mujer de alquiler trabajando para un padrote y narco… El jefe policiaco de Los Ángeles, un policía viejo, está convertido en el jefe del bajo mundo… Y Russell Crowe lo investiga y confirma… Tremenda balacera entre los policías buenos y malos… Crowe gana por partido doble… Matan al jefe policiaco y la verdad se impone… Y se queda con la daifa ya purificada… El filme se llama “Los Ángeles… al desnudo”… Y está en Prime Video… Kim Basinger, luciendo su belleza avasallante y el dulce bamboleo de sus caderas cuando camina…

RECTA FINAL: Los niños suelen estar a un feroz bombardeo de los padres para inducirles “a chaleco” una vocación… Y, claro, está bien… Pero siempre y cuando existiera, digamos, una orientación vocacional… Así, por ejemplo, los meten en curso de piano, guitarra y violín… Después, a cursos de dibujo, pintura y escultura… Y de karate que para aprender a defenderse del bullying… Y al mayor número de deportes… Incluso, hasta leer novelas, cuentos y poemas… Y el niño pica y pica y pica sin definirse… Mejor dicho, en medio de la confusión y el hartazgo… Y de ñapa, perdiendo el tiempo… Muchos años después, de joven, mira hacia atrás y ninguna de aquellas actividades a las que fue sometido forman parte de su vida… Y en tales circunstancias, nada resulta tan valioso (y desde la infancia) como la consulta a un siquiatra especializado en cuestiones vocacionales…

META: Las mujeres siempre saben cuando un hombre las observa y escudriña… También huelen cuando la pareja las engaña… Incluso, con mucha diplomacia y habilidad son capaces de olfatear el cuerpo humano cuando la pareja llega en la noche y queda dormido para detectar si el jabón California se les quedó prendado… Entre las mujeres se confían secretos para conservar la frescura en la relación… Y en el tiempo de la Liberación Femenina, la regla es que si la pareja engaña entonces a la mujer asiste el legítimo derecho de hacerlo… La mujer finge perdonar, pero en realidad nunca, jamás, olvida ni la mentira ni la traición amorosa, sentimental, emocional, pasional… En materia de infidelidades, la mujer es mucho más discreta que el hombre… La mujer puede aceptar un engaño, dos engaños, pero al siguiente, aprox., truena… Y nunca existe marcha atrás… (lv)