Y de paso, humillando a todos.
Adolf Hitler y José Stalin del siglo XXI.

PASAMANOS: De por medio, cruentas y despiadadas redadas contra los migrantes, sobre todo, y por ahora, sin papeles.
Treinta millones de mexicanos, de los cuales un millón son originarios de Veracruz, padeciendo la terrible y espantosa pesadilla de la deportación.
Con todo y que muchos, muchísimos (en número incalculable) tiene más de veinte, veinticinco y hasta treinta años en el otro lado.
Los millones de vecinos de América Central con Honduras, Guatemala y El Salvador.
Las tribus venezolanas y africanas huyendo de los dictadores de sus países y del fracaso de la política económica para animar y reanimar la creación de empleos.
Y empleos dignos. Estables. Y cubiertos con justicia laboral.

CORREDORES: Un objetivo de los migrantes con las redes sociales es avisarse pronto y rápido sobre la llegada intempestiva de los agentes migratorios, la ubicación de los operativos, su realización en zonas específicas. (La Jornada, Arturo Sánchez Jiménez)
“Estamos en constante monitoreo y coordinación mediante números de contacto y grupos de WhatsApp para mantener informada a nuestra gente” expresaron un grupo de ilegales originarios de Guerrero.
Caray, los catorce paisanos jarochos, zapotecos todos, originarios de Rodríguez Clara, Veracruz, detenidos en la redada de Los Ángeles.

BALCONES: Hoy, como dicen por ahí, “más que nunca”, los mexicanos quisieron sentir la mano fina, diplomática, política, social, efectiva y eficiente de las tribus gobernantes de la 4T.
Tanto las manos de Palacio Nacional como de los gobernadores morenacos del país, entre ellos, de Nahle, de Veracruz.
Los retenes y redadas como la más espantosa pandemia en el siglo XXI y en la nación preciada de ser, en efecto, la más desarrollada del mundo, pero también, una de las más represivas.
Todo, por la obsesiva obsesión de Trump en contra de los migrantes.
Migrante su esposa, originaria del otro extremo del mundo.

PASILLOS: En la última semana, la policía migratoria norteamericana levantó “a mucha gente inocente y trabajadora”.
El abuso y el exceso de poder.
La mano dura y agresiva en contra de los pobres migrantes, la parte más desvalida y desprotegida.
Además, los migrantes creando organizaciones no gubernamentales, ONG, para defenderse.
Todos, amparados en la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Antes, en el primer tramo del siglo pasado, la gente de color, en la mira racial, xenófoba y racista.
Ahora, los migrantes.
¡Vaya país de libertades! (lv)