De los diez amigos, la historia fílmica de “Ann” está centrada en una chica menor (Hanna Van Vliet) en amoríos con una chica mayor.
La chica mayor tiene experiencia. Fogueo. Impone su ley. Ella toma las decisiones. Y es manipuladora.
Incluso, necesita establecerse en otro país. Y antes de partir hace jurar a la chica menor que ambas tendrían libertad para tener otras parejas. Pero siempre y cuando sean efímeras.

DOS. El primer desencanto

Apenas, apenitas, la chica mayor está viviendo en otra ciudad le avisa a la menor: “Ya tengo novia. Pero como acordamos, es y será pasajera”.
Y la menor se desencanta. Queda frustrada. Se siente timada. Estafada.
Y entra en duro y rudo viaje depresivo.
La mayor le pregunta si está bien. Y la menor finge: “Sí, sí, estoy bien”.
La menor escribe una novela. Sueña con ser escritora. Y se encierra en su departamento a teclear el texto.

TRES. Buena química

Pero los amigos la rescatan. Mucha soledad te enfermará más, le dicen. Y la llevan a un antro.
Y en el antro se prende de un joven artista en la pasarela.
Y en la primera cita terminan en el tálamo.
Y juntos amanecen.
El chico, experimentado, la estremece. La hace mirar al sexo opuesto. Le gusta y atrae.
Tanto que, por ejemplo, aun cuando la chica mayor le busca por teléfono desde la otra ciudad ella nunca le contesta.
La evade, esperando hallar un pretexto, un momento, para decirle la verdad.
La chica mayor vuelve al pueblo para saber “en vivo y directo” las razones del silencio de su ex noviecita.

CUATRO. Novia manipuladora

Se encuentran. Y hacen el sexo y el amor.
Y en la madrugada, la chica menor estalla por el silencio atroz y la tensión sicológica.
Y le cuenta la verdad.
Y le dice que simple y llanamente está entusiasmada con su nueva pareja, un hombre.
Entonces, la menor le expone el recuento de sus talones de Aquiles.
El más revirado, la manipulación.
“Tú me hiciste perder la voluntad y la creación”.
Luego de feroz debate y dimes y diretes y aclaraciones y reproches la relación termina.
Y la menor queda en el más canijo desamparo.

CINCO. Redescubrir su vocación

Informa al chico maravilla de su decisión. Pero el chico maravilla es categórico:
“La paso bien contigo. Pero no quiero nada serio. Podemos estar juntos en la intimidad. Pero tu libre. Y yo libre”.
Y la menor lo deja.
En la editorial le rechazaron el primer original de su novela. Y le piden la reescriba. Y le hacen observaciones para mejorar la narrativa.
Y de nuevo a teclear y teclear y teclear.
Y cuando lleva el nuevo original, en la editorial lo aprueban y se lo publican.
La chica menor inicia una vida dichosa y feliz. Y descubre que lo suyo, por lo pronto, es escribir y escribir y escribir.
En su vida amorosa todavía existe mucho por delante.
“Ann” está en Netflix. (lv)