Y famoso porque tenía una gatita, animalista que era… Y en las tardes, la sacaba al parque de la esquina y se tiraban en el pasto a jugar y sonreír y carcajearse… Y a rodar en el pasto en la tarde tibia y fresca… Luego, en su departamento, mientras cenaba con la gatita le ponía música clásica y la gatita era dichosa y feliz... Famoso porque nunca le interesó ganar premios literarios…

CURVA PELIGROSA: Un amigo jubilado y divorciado vive solo… Y en departamento de soltero… Sus días son del siguiente modo: se levanta hacia las once, doce del día… Y él mismo se hace de desayunar y comer… En las tardes toma café con un amigo diferente cada vez… En las noches suele leer un libro unas dos, tres horas… Así, “al pie de la letra” sin salirse un metro del pavimento, caminan sus días y noches… Una vez a la semana, por lo general, el viernes, una damita lo visita en la madrugada… Cuando ella sale de trabajar en un bar ubicado a la orilla del Golfo de México… Sus tres hijos, ya casados y con hijos, viven en otras ciudades… Y se declara un hombre feliz porque está seguro de haber dominado las pasiones descarriladas del corazón… Y con la damita aquella, dice, es puro sexo… Y, claro, la ayuda para sus gastitos…

AUTOPISTA DEL SUR: El viejito del barrio está convencido del secreto para la dicha y la felicidad… Y es muy sencillo: dar un sentido a la vida… Tener, pues (y sin entrar en moralinas) una razón superior para levantarse cada día con los guantes puestos para empujar la carreta… Y como escribiera Watt Whitman, “para crecer un poco” en cada amanecer… Un sacerdote, por ejemplo, suele dar sentido a su vida salvando un alma del mal y la perdición… Un reportero ganando las ocho columnas de portada… Un profesor enseñando a leer y escribir a una persona analfabeta… Un padre de familia garantizando el itacate y la torta y los frijolitos y las tortillitas en casa para los hijos y la pareja… Un volovanero alcanza la plenitud cada día vendiendo todos los volovanes de piña y tan sabrosos que son… Un migrante ingresando a Estados Unidos en el tiempo de Donald Trump… Etecé… Etecé…

AUTOPISTA DEL NORTE: Los candidatos a presidentes municipales de Veracruz se están “rasgando las venas” ofreciendo justicia social (empleos dignos y seguridad) a la población… Y lo juran y perjuran como si Dios, el Ser Superior, y la Virgencita Morena del Tepeyac (por MORENA) se los agradecerán… Por ocuparse, claro, de los pobres… Incluso, capaces hasta de entrar arrodillados a la Basílica dando las gracias al Dedo… El Dedo inmaculado y sacrosanto que los eligió… El objetivo, adueñarse durante cuatro años seguiditos de la silla del águila… La silla embrujada del palacio que a todos, sin excepción, enloquece y hace levitar como afirmaba Eufemio Zapata, el hermano menor del Caudillo del Sur, Emiliano… Por cierto, las películas de Mario Moreno, Cantinflas, “Si yo fuera diputado” y “Su excelencia” son una feroz crítica a los políticos “bajando el cielo y las estrellas” a los ciudadanos…

RECTA FINAL: El cineasta francés François Ozon tiene 57 años de edad… Y en Europa es una figura legendaria… Se ha posicionado como un director de cine apostando a la provocación sexual, el caos sicosexual y a la lujuria… Pero a la lujuria fina y elegante, como por ejemplo, cuando filmara “Joven y bella” con la preciosa, preciosísima Marine Vacht… Una chica de 17 años, originaria de provincia, asombrando al mundo con su atractivo físico lleno de misterio… Ozon también ha dirigido a actrices de la sexta y séptima década, como a Catherine Deneuve, la diva sexual de Luis Buñuel en la película “Bella de día”… François Ozon es categórico: “Hollywood no me atrae… Los cineastas carecen de poder allí”… En el mes de abril, el estreno de su última película “Cuando el otoño llega”… Y puliendo la siguiente basada en la novela de Albert Camus, Nobel de Literatura, “El extranjero”…

META: La vida en tres episodios… Episodio uno: “¡Qué difícil es vivir!”: Albert Camus, Nobel de Literatura… Episodio dos: “¡Qué difícil es vivir… sin ti!”: Marco Antonio Solís en canción… Episodio tres: “¡Te juro que nadie te amará como yo!”: Marco Antonio Solís… Pero como Ana Karenina perdió la fe y la esperanza en su amante, un conde militar soltero y cuando él andaba con otra, ella se tiró a las vías del tren al paso del ferrocarril según cuenta León Tolstói… A los veinte años, los chicos decepcionados de su pareja también se suicidan… Lo bueno es que en el infierno hay un lugar reservado única y exclusivamente para los suicidas… Y en donde son reconocidos como muy valientes… En la novela “Noviembre de una capital” del escritor albanés, Ismaíl Kadaré, los guerrilleros terminan traicionando sus ideales… Claro, lo mismito sucede en el mundo… (lv)