Políticos bajo sospecha
**Los exgobernadores
**De la gloria al infierno
ESCALERAS: Durante más de setenta años enquistado en el poder público, el PRI encumbró al país en el primer lugar mundial de corrupción política.
Pero veinticinco años después, los políticos de todos los partidos “cantan bien las rancheras”.
Nada de aquella cantaleta obradorista de que “no somos iguales”.
No, no, no... son iguales. Son peores.
Y peores porque los morenacos, por ejemplo, “se dan golpes de pecho” y “se curan en salud” y están bien metidos en el palenque de los llamados “corruptazos” por AMLO, el ex.
PASAMANOS: Por ejemplo:
Gobernadores y ex de MORENA en la picota:
Cuauhtémoc Blanco. Morelos. Acusado por la sucesora de trastupijes. Incluso, con expedientes de investigación abiertos.
Rubén Rocha. Sinaloa. Ene número de ocasiones involucrado con los malosos. En medio de “Los Chapos” y “Los Mayos”. Vaya, hasta el secretario de Seguridad Pública nacional, enviado a Sinaloa para ver si puede pacificar la entidad.
Salomón Jara Cruz. Oaxaca. Tremenda exhibida del periódico La Jornada con sus irregularidades. Sin embargo, a pesar de los cinco, seis reportajes publicados y documentados, nada, por ahora, procedió. Como si estuviera blindado.
CORREDORES: Cuitláhuac García Jiménez. Veracruz. Con tantos ilícitos en el gasto público y federal documentado por la Auditoría Superior de la Federación, desvío millonario del erario, pareciera intocable en el cargo público concesionado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Alejandro Moreno, Alito. Campeche. Priista y líder nacional del CEN, la gobernadora morenaca, expriista Layda Sansores, documentó hasta la ultra contra súper mansión en que viviera durante los seis años en el trono imperial y faraónico.
Y nada, absolutamente nada, le pudo hacer.
“El dinosaurio sigue ahí” como cacarea el cuento más corto del mundo escrito por Tito Monterroso.
BALCONES: Michoacán. Silvano Aureoles, el último gobernador del PRD en la república. Denunciado por el sucesor, prófugo de la justicia, acusado del desvío de unos tres mil quinientos millones de pesos, y señalado hasta de tremendo regalazo de camionetas a la iglesia católica y apostólica, intocable, parece.
Con todo y que el Fiscal General de la República alardea de que tarde o temprano será detenido y pagará culpas de corrupción.
Y Enrique Alfaro, de Jalisco. Además del libro publicado por el escritor Ricardo Ravelo Galo intitulado “El amo de Jalisco”, ahora, con el campo de exterminio en Teuchitlán, Enrique Alfaro exhibido en el palenque internacional.
Y, bueno, ahí están los hechos.
PASILLOS: En total, siete gobernadores. Todos, sin excepción, ligados al mal gobierno. Que “ordeñaron la vaca”. Que “metieron las manos al cajón”. Y que hasta amiguitos se volvieron de la delincuencia organizada.
En contraparte, hay un trío de exmandatarios en la picota. Incluso, tras las rejas cumpliendo condenas.
Uno, Javier Duarte, de Veracruz. Dos, Roberto Borge, de Quintana Roo. Y, tres, César Duarte, de Chihuahua, con dieciocho causas penales abiertas.
Los tres, por cierto, con incienso regado por el presidente Enrique Peña Nieto como el terceto de políticos ejemplares de la nueva generación. (lv)