“La Tómbola” guinda
**Se sacó la lotería...
**Y sin jugarla...
**Candidato a regidor
UNO. “Tómbola” democrática, ajá
“La Tómbola” guinda y marrón es mágica. La gran estrategia democrática fue aplicada en Cosoleacaque.
Y en Cosoleacaque tremenda sorpresa.
Un comerciante modesto y sencillo de 64 (sesenta y cuatro) años) se sacó la candidatura a regidor.
A, nunca ha militado en un partido político.
B, dedicado a su negocito de una ferretería y una vulcanizadora vive pendiente de sus enfermedades y sueña con una vida tranquila.
C, en ningún momento buscó ni cabildeó que su nombre fuera incluido en “La Tómbola” milagrosa.
D, se llama Severiano Escribano Sixtega y denunció el hecho porque ni en sueños ha tenido la traumática pesadilla de mirarse y sentirse regidor (alcalorpolítico).
Es decir, autoridad política.
DOS. Teme por su vida…
Y ahora cuando informara de la circunstancia teme por su vida.
Cree, siente, percibe que las tribus Morenacas se vayan en contra para ajustar cuentas y vengarse y hasta le bloqueen sus negocitos.
Casi casi como aquellos habitantes de los municipios serranos de Oaxaca que solían ampararse contra los partidos políticos que deseaban imponerlos como candidatos a un cargo de elección popular.
Nada, pues, quiere don Severiano Escribano Sixtega con la política.
Claro, con ningún partido.
TRES. Le vieron cara de político
Pero ni hablar, significaría que alguien por ahí, un paisano, un compadrito, un amiguito, le ve materia política para gobernar Cosoleacaque y lo anotó en “La Tómbola” y ganó.
En todo caso, así suele ocurrir con la Lotería Nacional y el Melate.
Incluso, con las rifas vecinales.
De pronto, ¡zas!, un amigo por ahí te regala un billete de la Lotería y te lo sacas.
Sin comprar el billete. Sin gastar un centavo. Y sin soñar ni menos alborotarse con la posibilidad.
CUATRO. “El pueblo manda”…
Famosa aquella frase memorable, citable, recordable y bíblica:n“El pueblo me quiere de gobernador (y/o de presidente municipal) y ni modo de negarme. El pueblo manda”.
Pero don Severiano está firme. Y ni modo de dejar su par de changarritos.
Durante unos cuarenta años los ha tenido y le han dado para vivir con austeridad y nada más espera de la vida.
Y, bueno, ojalá y los Morenacos respeten su decisión y tenga mayor cuidado con las boletitas de “La Tómbola”, porque de lo contrario, el espíritu democrático se diluye y queda evidenciado.
CINCO. “Cargos públicos para repartir”
En contraparte, lo ha preconizado el ideólogo guinda, Esteban Ramírez Zepeta: “No se peleen. Hay muchos cargos públicos para repartir”.
En el caso de las alcaldías y sindicaturas, doscientas doce.
Y con las Regidurías, más de mil quinientas en los doce Ayuntamientos.
Más las tesorerías municipales. Y las direcciones de Obra Pública. Y las comandancias policías. Y la secretaría de las Comunas. Y las Oficialías Mayor.
Entonces, los militantes de Morena desearían la suerte de don Severiano para ganar “La Tómbola”.
Pero ni hablar, la vida es así. El buen fario y el mejor karma llega cuando menos se espera y desea… (lv)