SEV se pitorrea
**¡Ay, la comida chatarra!
**Otra campaña en contra
ESCALERAS: Ja. Ja. Ja. La secretaría de Educación de Veracruz, SEV, (y también la SEP) siguen pitorreándose. Una vez más luego de montón de ocasiones anuncian (ajá) el fin de la comida chatarra en las escuelas.
Es una bandera ondeada vieja y desusada. Tantas veces lo han cacareado que remeda el cuentecillo del niño y el lobo.
Más, cuando trasciende que en montón de la vendimia están intereses económicos de maestros (La negra, La Jornada-Veracruz).
PASAMANOS: Ahora, agregan un moño a la muñeca carcomida y populachera del avisito parroquial.
Por un lado, que dejarán de vender la comidita chatarra.
Y por el otro, que a partir de marzo (es decir, en par de meses y medio mientras hacen ajustes) únicamente venderán frutas y verduras.
De entrada, un número incalculable de menores, adolescentes y jóvenes reacios a comer verduras y frutas.
Simplemente, en ningún momento ha sido práctica familiar.
Entonces, “veinte y las malas” en la mochila escolar llevarán su comidita chatarra.
A menos, claro, que les apliquen la vigilancia en las mochilitas.
CORREDORES: En el último trimestre de Andrés Manuel López Obrador, la secretaría de Educación Pública anunció (para terminar el sexenio) el feroz combate y persecución de la comida chatarra.
Nada pasó más allá del anuncio oficial desde “La mañanera”.
Pura “tomadura de pelo”.
Ahora, de nuevo retoman el estribillo.
Ta´gueno.
De entrada, la nutricionista del barrio está segura, cierta, convencida, de que con o sin comida chatarra, la población infantil del país seguirá liderando la obesidad de menores en los cinco continentes integrado con más de doscientas naciones.
¡Vaya titular de La Jornada-Veracruz!: “Pondrá la SEP un alto en escuelas a ‘comida chatarra’”.
BALCONES: Es una práctica tan vieja como dicen por ahí” de “la historia de la humanidad”.
Desde el siglo pasado, hacia 1950, cuando la mitad de la población y la otra mitad viviente cursara la primaria en las ciudades urbanas y suburbanas, obreras, indígenas y campesinas, la comidita chatarra era “el pan de cada día”.
Si desde entonces los maestros eran “los lenones”, se ignora.
Si eran los líderes de un sindicato magisterial, se ignora.
Si era el director (a) de la escuela, se ignora.
Si eran amas de casa necesitadas de un ingreso seguro, se ignora.
Si eran amas de casa cubriendo el diezmo y/o hasta el doble diezmo al director de la institución educativa, se ignora.
PASILLOS: Pero sin duda, atrás de ellos, los grandes intereses corporativos de los productores de “la comida chatarra”.
Desde refrescos de cola y cheetos hasta galletas y galleticas.
Y emparedados. Y sándwiches. Y anexos y conexos.
En el Congreso de la Unión, por ejemplo, la fama pública de los grandes lobistas de tales empresas “chatarreras” para evitar la promulgación de la ley en la materia.
Y por lo que se siente y advierte, operando con eficiencia y eficacia.
Caray, insólito el anuncio en Xalapa del titular de la SEP el fin de semana y diciendo que será hasta marzo el inicio del operativo.
Ni la burda perdonan…
VENTANAS: El sexenio apenas, apenitas, inicia. Y existe tiempo y espacio de sobra para más demagogia.
Pero antes, y/o al mismo tiempo, la secretaría de Salud, por ejemplo, en la tarea de un pueblo sano, reorientado con una campaña “a ras del suelo” a los padres de familia para modificar los cambios alimenticios.
No más refrescos de cola en casa. No más cervecitas. No más hamacas. No más dulces y chocolates. No más volovanes. No más tortas y tacos y garnachas. Etecé. Etecé.
Una tarea gigantesca.
La comida chatarra sin un programa dietético en casa a base de verduras y frutas significa, además, salarios dignos y cubiertos con justicia laboral.
El simple decretito de la SEP (y la SEV) de nada sirve. (lv)