Una mujer muerta
**Que era depresiva
**¿Feminicidio?
ESCALERAS: Sabrá el chamán la verdad. Más, como cuando dice el adagio, Dios tiene caminos insólitos para expresarse.
Pero el domingo primero de diciembre trascendió quizá, quizá, quizá, el primer (intento de) feminicidio en el Veracruz del sexenio 2024/2030.
Claro, claro, claro, en el boletín la autoridad, digamos, “ya se amarró el dedo antes de la cortada”.
Y en el trascendido aseguraron que Fabiola, de 42 años, vecina en Orizaba, padecía de aguda, ruda y dura depresión.
Y bien pudo (ajá) quitarse la vida.
Desde el día anterior, sábado treinta de noviembre, la familia le perdió la pista. Y al día siguiente la encontraron muerta en su casa.
Que de un día para otro, el cadáver (ajá) putrefacto.
En el reporte oficial, que tenía 72 horas desaparecida.
Fue en la colonia Agrícola Moctezuma.
PASAMANOS: Ese mismo día, cuando la gobernadora aseguraba en Xalapa que “vamos a erradicar el feminicidio” y que “vamos a cuidar en las mujeres”, dos chicas desaparecidas. Acaso secuestrada.
En el puerto de Veracruz, Linnet Estrella Salazar Aburto. Doce años. En la ciudad jarocha. El primer de diciembre. Dominguito de fiesta política y politiquera en Xalapa.
Y Zaid Natsumi Landa Narváez. 16 años. Desaparecida en Coatepec. También, el primero de diciembre.
CORREDORES: A estas alturas, el mismo significativo tiene para la vida en el llamado Estado de Derecho un feminicidio, el asesinato de una mujer y el secuestro y desaparición de damas.
Más, cuando la ONU, Organización de las Naciones Unidas, asegura que en los últimos veinte años en América Latina el feminicidio se ha recrudecido.
Once muertes por violencias por razón de género cada día.
Indicativo y significativo el dictamen general de la ONU:
“Los hogares son espacios inseguros para las mujeres.
Más de la mitad de los casos son cometidos por parejas íntimas y miembros de la familia.
Sin embargo, aumentan debido a los conflictos, las emergencias humanitarias, los problemas económicos y los desplazamientos” (La Jornada-México”).
BALCONES: Sea como sea, los peores estragos nacionales del feminicidio en Veracruz.
La peor entre las peores pesadillas y pendiente social en el Estado Libre y Soberano de Veracruz-Llave.
La catastrófica herencia del exgobernador Rey de la Salsa y el Danzón, caray, tan laureado por la presidenta Claudia Sheinbaum, como si en verdad, en verdad, en verdad, ejerciera el poder con gran sentido social.
PASILLOS: Y, bueno, si la ONU asegura que la mitad de los feminicidios “son cometidos por parejas íntimas y miembros de la familia”, entonces, la hora de un Asuntito de Estado.
El momento estelar de empalmar las fuerzas gubernamentales y sociales y eclesiásticas, por ejemplo, para “Reeducar a papá” como se llamaba un comic del siglo pasado y tan exitoso.
Digamos, una campañita tipo Coca-Cola y que volteando para todos lados por los cuatro puntos cardinales está presente y vigente.
Más o menos, acaso, como la sistemática campaña para las drogas y cuyo resultado social (caray) se ignora.
Pero al mismo tiempo, considerando el gran fracaso social de las campañitas en contra de la comida chatarra.
En todo caso, lecciones de vida para aprender estrategias efectivas.
VENTANAS: Con todo, una parte tarea de la secretaría de Seguridad Pública.
Y otra, de la Fiscalía General.
Una Fiscal, por cierto, defendiendo “como gatita boca arriba” para permanecer en el cargo luego del claro mensaje de la iniciativa de ley de un diputado local de MORENA para reducir el periodo de nueve a cuatro años.
Y la Fiscal, hasta asistiendo a la Mesa de Seguridad con la gobernadora… como si en ningún momento tuviera la procuración de justicia hecha un estercolero.
Y si alguna duda existiera pregúntese (porfis) a los 34 (treinta y cuatro) Colectivos integrados con padre con hijas secuestradas y desaparecidas.
Acuérdense todos, “vamos a cuidar a las mujeres”. (lv)