Y abanderando las causas sociales más allá, digamos, “de las causas difíciles y desesperadas” de san Juditas Tadeo.
Exsenadora, diputada local en funciones, secretaria de Desarrollo Social en la yunicidad, cuando se vestía de indita y echaba tortillas en la sierra de Zongolica, va en carrera ascendente.
El siguiente paso bien sería una presidencia municipal. Y “con el tiempo y un ganchito”, y considerando el tiempo (inmaculado y sacrosanto de las mujeres) camino, quizá, a la gubernatura 2030.
De las mujeres panistas y opositoras es quien más lejos está llegando. O podría aterrizar.

DOS. Aguerrida y combativa

El exgobernador más desacreditado de la historia política de Veracruz, Cuitláhuac G. J., compareció en el Palacio Legislativo local.
Indira fue la más aguerrida y combativa y documentada.
Además del discurso incendiario en contra del ex hasta lo premió con un diploma por dejar al Estado jarocho en el estercolero. En el fango. En la llaga purulenta.
También una diputada local del Movimiento Ciudadano y un diputado priista se fueron “a la yugular” del pobrecito desprestigiado exgobernador.
Pero Indira, como siempre, miró lejos. Quizá mayor sensibilidad. Captando el sentir social y popular.

TRES. Veracruz jodido

Desde luego, y aterrizando los hechos y las cosas, con el rafagueo de Indira a Cuitláhuac nada ganó la población jodida.
Seis millones de los ocho millones y cacho de habitantes del Estado jarocho siguen en la miseria, la pobreza, el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos y la migración a Estados Unidos, por cierto, Veracruz, en el primer lugar nacional.
Además, la migración de Veracruz a EU debido a la ineficacia, ineficiencia e incompetencia de García Jiménez y los suyos.
Pero ni hablar, cuando menos Indira aportó “un frijolito más en el arroz” para hundir a Cuitláhuac en el rincón más arrinconado del infierno.
Se ignora si luego del diploma a Cuitláhuac con tantos señalamientos interpondría la denuncia penal en la Fiscalía General dado los múltiples pecados de omisión.
Pecados mortales y pecados veniales.

CUATRO. Modelos de Indira

Por lo pronto, Indira rompió la piñata y va “haciendo camino al altar” soñando, desde luego, con escalar la pirámide del poder político.
Tiene modelos.
Uno, Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador de Veracruz.
Dos, Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato a gobernador en el año 2018.
Y tres, Fernando Yunes Márquez, presidente municipal de Veracruz.

CINCO. Lealtad, a morir

Del equipo Yunista azul nadie dudaría en sentir, percibir, olfatear que Indira y la diputada federal reelecta, Marijose Gamboa Torales, son el par de discípulas más aventajadas.
Par de mujeres en la llamada “liberación femenina”.
Luchonas. Bragadas. Contestarias. Definidas. Y con una lealtad “a prueba de bomba” con el trío de Yunes (todavía) azules.

SEIS. Mucha formación política

Meteórica y ascendente la trayectoria de Indira. Incluso, dando para muchos más:
Auxiliar proyectista en el juzgado primero de primera instancia del Tribunal Superior de justicia.
Coordinadora de gestoría social de un diputado. Enlace de gestoría social de un senador.
Coordinadora de Atención Ciudadana en el Ayuntamiento boqueño.
Secretaria en Comuna de Boca del Río.
Jefa de la Oficina del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Coordinadora de campaña a gobernador de Miguel Ángel Yunes Márquez.
Titular de la SEDESOL.
Senadora.
Hoy, diputada local.
Ninguna otra política, ni siquiera, vaya, de la oposición Morenaca y/o partidos anexos y conexos con tanta formación política.
En el lenguaje político bien se diría que le toca por derecho divino (y le espera) una presidencia municipal para el año 2025.
Lista para el año 2030.
Pero ¡ah, sorpresas que da la vida!: tanto Indira Rosales San Román como Maryjose Gamboa Torales viven en Boca del Río. Allí tiene registrada su residencia ante el INE. (lv)