Cada medio, un mecenas
**Cada uno, su verdad
**“A sus órdenes, Señor
UNO. A sus órdenes, Señor
Desde los orígenes del periodismo, los magnates y los trabajadores de la información tomando partido por tribus políticas encaramadas en el poder.
En 1810, por ejemplo, el curita Miguel Hidalgo se lanzó a la guerra de Independencia.
Y con la prensa al servicio de los Virreyes y la jerarquía eclesiástica creó su periódico. El Despertador Americano.
En 1910, escalando al poder presidencial, Francisco I. Madero creó su periódico y con el erario lo financió a su hermano menor, Gustavo. La Nueva Era.
Porfirio Díaz Mori financió con recursos públicos la primera gran rotativa a un periódico, propiedad de su amigo, Reyes Spíndola.
DOS. “Nos hace falta un periódico”
Caminó a la carrera presidencial, Álvaro Obregón dijo a su amigo entrañable, Plutarco Elías Calles.
“Vamos ascendiendo. Pero nos hace falta un periódico”.
Y lo fundaron.
Con recursos de Adolf Hitler, su héroe, el escritor y político, José Vasconcelos fundó una revista. Luego, el suicidio de Hitler lo empinó.
Entonces, prefirió volverse articulista de un periódico.
Unos magnates y reporteros y columnistas, a favor y en contra del presidente de la república en turno.
Y a favor y en contra de secretarios de Estado.
Y a favor y en contra de gobernadores.
Y de presidentes municipales.
Y de diputados locales y federales.
Y hasta de ediles, síndicos y regidores.
TRES. Cartel Mediático
Vaya, indicativo y significativo:
A partir del auge de los carteles de la droga, en los cuatro puntos cardinales del país crearon el Cártel Mediático.
Reporteros tirando incienso a un político encumbrado.
Sean las razones de peso y con peso de cada parte.
Caray, las pasiones tan desatadas han llevado (y siguen) a los trabajadores de la información y magnates a confrontarse entre ellos.
Dueños de medios contra dueños de medio enemistándose por un político.
De igual modo, reporteros y columnistas.
Lo decía sin rodeos el actor Ronald Reagan como presidente de Estados Unidos cuando preguntaba a los diaristas:
“¿Estás conmigo o estás contra mí?”.
CUATRO. Políticos generosos
En reciprocidad al incienso mediático, algunos políticos son generosos con la prensa escrita, hablada y digital.
En el tiempo priista, quizá más evidente. Hasta cargos públicos para los medios interesados en política y/o para la familia y los amigos, aliados, socios y cómplices.
Y todavía hoy.
Simplemente, el manejo mediático cuesta. Tiene precio. Hasta la computadora necesita aceitarse para operar bien. Y ni se diga el mantenimiento del Internet.
CINCO. Todos, “al servicio del pueblo”, ta’gueno
Los políticos siempre alardean estar al servicio del pueblo.
Los medios también ondeando la bandera de la verdad (ajá).
Incluso, hay reporteros festinando en el palenque público de encarnar la verdad. “Yo soy la verdad” como decía aquel.
El pueblo (¡hay, el pueblo!), el agua bendita para purificarse de los políticos y periodistas.
Los trabajadores de la información satanizando y condenando a los críticos de sus mecenas.
El dicho popular manifiesto y exhibido: “Dime el político a quien defiendes con pasión ciega y te diré quién eres”.
SEIS. Justicia y gracia para los amigos…
En todos los tiempos, las elites políticas han tenido (y tendrán) Carteles Mediáticos.
Y como decía Benito Juárez García:
“Para los amigos, justicia y gracia. Y para los otros, justicia a secas”.
Son raros, excepcionales, los medios sin un mecenas político.
Además, cada parte tiene su verdad.
La verdad de los políticos.
La verdad de los medios.
La verdad de los ciudadanos a pie y organizados.
La verdad de los partidos políticos, desde el oficial en turno hasta los opositores.
La verdad de la iniciativa privada.
La verdad de la jerarquía eclesiástica.
Y hasta la verdad de los ovnis y extraterrestres.
Y cada uno escoge su gallito de oro en el palenque. (lv)