Y si es cierto como canturrea la liberación femenina de mujeres mucho más honestas (incluso, honestas, honestas, honestas), entonces, la población ya la hizo.
Si es cierto como también se afirma de mujeres mucho más sensibles al dolor y el sufrimiento humano, entonces, el terrible y espantoso y siniestro y sórdido país con tantos feminicidios habrá llegado a su fin.

DOS. El paraíso terrenal

Y si es cierto de mujeres gobernando con el corazón y por encima de las neuronas, entonces, los seis de cada diez ciudadanos de la nación viviendo en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos y la migración a Estados Unidos pronto, muy pronto, se sentirán en el paraíso terrenal.
Y es cierto de mujeres solidarias con el destino personal, familiar y colectivo de las personas en desgracia, en un dos por tres, en vez de estar rogando una vida dichosa y feliz a san Juditas Tadeo, prenderemos veladoras para tener la generosidad y la bondad femenina.

TRES. Salarios dignos

Y si es cierto de mujeres justas, totalmente justas, entonces, la población femenina trabajando percibirá, por encima de todo, salarios dignos y con las prestaciones de ley.
Pero, además, las mujeres ganarían los mismos salarios desempeñando las partes el mismo trabajo y las mismas tareas y las mismas responsabilidades de los hombres.
Y si es cierto de mujeres cien por ciento fieles y leales a su pareja, la infidelidad masculina estará llegando a su fin porque se les aplicarán los más duros castigos penales.

CUATRO. Dignidad laboral

Y si es cierto mujeres preocuponas, entonces, en los cuatro puntos cardinales de las veintidós entidades federativas donde ellas ejerzan el poder combatirán con denuedo el analfabetismo para enseñar a leer y escribir.
Y para terminar todos la escuela primaria, secundaria y bachillerato.
Más, si como afirman por ahí de la educación abriendo los caminos de la dignidad laboral.

CINCO. Fin de la corrupción…

Y como en el palenque público están ciertos de mujeres íntegras, no más “metidas de mano al cajón” ni “ordeña de vacas”, ni obra pública otorgada por asignación ni tráfico de influencias para las empresas fantasmas.
Ni tampoco el costo de una infraestructura será inflado ni menos el reparto del diezmo, el doble diezmo, el triple diezmo.
Ni nada de amigos aliados, socios y cómplices en el reparto del erario.
Ni menos, mucho menos, tráfico de influencias para incidir en el nepotismo con cargos públicos a los esposos, los hijos, los yernos, las nueras, el resto de la familia, los compadres.

SEIS. A punto de la santidad…

Veintidós gobernadoras, a punto de la santidad y/o quienes, de plano, en muchos casos, ya están, pues desde hace ratito ellas mandan y ejercen el poder y gobiernan.
Nada, tampoco, de hacer negocios en otra entidad federativa cobijadas por las jefazas del Poder Ejecutivo estatal.
La utopía, digamos. El hallazgo de la octava maravilla del mundo. La Mujer Ideal buscada por Diógenes en Atenas. El Eslabón Perdido.
Si hay Santísima Muerte, también la Santísima Honestidad, la Santísima Gobernadora. (lv)