Félix Márquez mereció el Pulitzer por su gran crónica y reportaje gráfico sobre los migrantes de América Latina atravesando el continente para llegar a la frontera norte de México y esperar una oportunidad para ingresar al país vecino.
En su caso, acompañó a una caravana de migrantes desde Colombia a México y de México a Ciudad Juárez, Chihuahua.

PASAMANOS: Márquez trascendió en la vida periodística estatal cuando tomó unas gráficas de un grupo insurgente en los Llanos de Sotavento.
Fue en el Duartazgo. Y el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, encabritó tanto que en un acto público le advirtió que debería estar preso que por inventar fotografías con fotomontajes.
Y como parte de la prensa criticó a Bermúdez por su arranque verbal, la presidenta de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, Namiko Matsumoto (ahora en Derechos Humanos) invitó un cafecito al Duartista con galletitas en su oficina en muestra de desagravio.

CORREDORES: En la fotografía, Félix Márquez fue iniciado de la mano del fotógrafo Miguel Ángel López Solana, hijo de Miguel Ángel López Velasco, Milo Vela, subdirector del diario Notiver.
Y de la mano de la reportera Sandra Segura, quien lo promovía entre la vieja y nueva guardia periodística.
Debutó en el puerto de Veracruz; pero siempre mirando lejos.
Por ejemplo, con el caso de los migrantes, entre otros, y a quienes ha acompañado en repetidas ocasiones del sur al norte de la nación.
Más todavía: Varias veces ha dejado la comodidad de la aldea y la chunga (digamos, por decir, y en mera referencia) en Los Portales y se echado la mochila al hombro atrás de la noticia fotográfica.

BALCONES: Félix es el cuarto periodista de América Latina en ganar el Pulitzer.
Tiempo en el siglo pasado cuando el Pulitzer era entregado únicamente a trabajadores de la información de E.U.
Pero de pronto, y dado que el mundo se ha vuelto una aldea gracias, entre otras cositas, a la tecnología, la prestigiada Universidad de Columbia se ha pluralizado.

PASILLOS: Márquez pertenece a la generación fotográfica, entre otros, de su amigo Yahir Ceballos, también merecedor de premios nacionales.
Y de Yerania Rolón, cuya sensibilidad artística para la cámara fotográfica constituye una garantía fuera de serie.
Pero más indicativo que, por ejemplo, Félix sienta en la planta de los pies el talón del Rocinante y con frecuencia agarre camino a otras latitudes geográficas.
Únicamente así puede, entre otras cositas y hechos, rozarse el techo del cielo con la yema de los dedos.
De lo contrario, el reportero y el fotógrafo se quedan tirados en el reposé mirando y escuchando las noticias en la televisión y hasta en la tablet con una chelita y cheetos a un lado.

VENTANAS: Luego de Javier Duarte, ningún otro cargo público ha desempeñado Arturo Bermúdez.
Namiko sigue en la Comisión Estatal de Derechos Humanos y rechazada por la Fiscal General con sus recomendaciones.
Los guerrilleros de los Llanos de Sotavento se diluyeron “en el archivo de la historia”.
Y Félix Márquez, saludando al mundo desde la Universidad de Columbia con el Pulitzer.
Muchas, muchísimas felicidades al joven fotógrafo.
Y de paso, a su amiga Sandra Segura por el gran ojo clínico para descubrir y alentar a Félix Márquez. (lv)