Mal la SEV
**Profes pedófilos
**¡Pobres niñas!
UNO. Mal la SEV
Mal está terminando la secretaría de Educación de Veracruz, SEV, el viaje sexenal.
Por ejemplo, los últimos, par de maestros denunciados y detenidos (y sujetos que serán, se entiende, a proceso penal) por pedófilos.
Uno, Gerónimo Jair, en Pueblo Viejo. Y el otro, Roguer, en Pánuco.
Los dos, abusaron de unas niñas.
En total, y en el trascendido oficial, 64 (sesenta y cuatro) profesores acusados y denunciados por acoso y abuso sexual.
Las niñas, sus preferidas. De igual modo, digamos, como los favoritos del curita Marcial Maciel eran niños. Niños seminaristas a quienes en nombre de Dios (ajá) seducía.
La piel frágil (ya se sabe) ante las tentaciones corpóreas.
DOS. Jesús tuvo un Judas
En el lado oficial dirán que “una golondrina no hace el verano”.
Cierto, pero al mismo tiempo, también puede anunciarla.
Y, bueno, cuando ya van 66 (sesenta y seis) denunciados, quizá detenidos, quizá procesados, quizá sentenciados, bien podría argumentar la SEP que resulta lógico y natural con una plantilla magisterial fuera de serie en Veracruz.
Miles y miles de maestros.
Y si Jesucristo tuvo en doce apóstoles a un traidor…
Y Francisco I. Madero a un traidor como Victoriano Huerta entre los pocos, escasos, amigos…
Entonces, caray, con mayor razón en la SEV.
TRES. “Siempre un arrocito”
Cualesquiera sean los motivos, “la cruda realidad” se impone:
Profesores… pedófilos.
Mayores de edad, casados y con hijos, abusando y ultrajando de niñas.
Y niños, como aquel profesorcito federal de Xalapa y hasta con sus videos porno.
En el arroz, diría el viejito del barrio, “siempre hay un arrocito”.
Y por añadidura, buscar una comunidad magisterial íntegra y respetuosa, amarrándose la tentación febril, equivale tanto “a buscar una aguja en un pajar”.
Desde luego, los hay. Pero basta y sobra con sesenta y cuatro maestros poseídos por el demonio de la carne para desprestigiar al gremio.
Por ejemplo, la fama pública de que los políticos, los policías y los reporteros son pillos y corruptos y se ubican en el sótano del descrédito universal.
CUATRO. Diógenes y el Hombre Honesto
Adolfo Hitler soñó con la raza pura y nunca pudo.
José Vasconcelos con la raza cósmica y fracasó.
A los migrantes a Estados Unidos llaman la raza de oro y quizá, acaso, bien pudiera ser la raza de bronce y como trasciende en el mundo.
Diógenes buscó lámpara en mano y al mediodía y con sol en Atenas al Hombre Honesto. Y murió en el intento.
Lo dijo Jesús: “Aquel que esté libre de pecado… que tire la primera piedra”.
CINCO. Perversidad humana
De cualquier forma, la búsqueda del profe ideal ha de ser incesante.
Ta’canijo cuando en la perversidad humana, los pedófilos abusan de los menores.
Mil veces preferible salir del clóset y como el Cacique Gordo de Cempoala tener un harem de cincuenta efebos, mayorcitos de edad, jóvenes, a sus órdenes.
Incluso, y dadas las circunstancias, el Código Penal de Veracruz (y de país) bien podrá modificarse para condenar a cadena perpetua a los pedófilos.
Y lástima que en México la silla eléctrica sea inexistente.
SEIS. Todo puede ocurrir…
Se ignora si los 66 (sesenta y seis) profes pedófilos de la SEV hayan sido condenados y/o muchos estén en proceso penal.
Se ignora si la SEV los habrá despedido pues significan un peligro.
Se ignora si acaso los hubieran reubicado en el otro confín de Veracruz, digamos, en la comunidad más alejada de alguna región indígena. Digamos, en los límites con otra entidad federativa.
Se ignora si el profe titular fue cesado y su plaza transferida a un hijo, por ejemplo.
Y es que “en la viña del Señor” todo puede suceder… (lv)