Zipizape en Jalacingo
**Detenidos 5 policías
**Balearon a chico
**Y en la espalda
**A punto del linchamiento
ESCALERAS: En Jalacingo, otra vez la policía en contra de la población. Balearon a un muchacho. Alexander Zavaleta Vázquez. En el poblado de Santa Ana.
La poli (ajá) perseguía un automóvil tripulado por cuatro jóvenes.
Entonces, y en nombre de la ley como suele canturrear García, el gober, dispararon en contra de los chicos.
Dos balazos dieron en la espalda de Alexander, de 28 años. Alexander internado en el hospital más cercano. En Perote, allí donde la Policía Civil rafagueó y asesinó a par de hermanos cuando el caso Totalco contra las Granjas Carroll.
Y la población de Jalacingo estuvo a punto de linchar a los policías.
¡Ay, García, te queremos!
Un más. En el caso de Totalco, policías estatales. En Jalacingo, policías municipales.
Fue el sábado 7 de septiembre.
PASAMANOS: Indicativo y significativo el ejercicio del poder policiaco:
Los chicos en el coche huían. Y los policías les disparaban. A ellos. En vez, digamos, de a las llantas del auto para poncharlas. Y proceder.
Luego los patrulleros intentaron huir cuando advirtieron el error en el arte de gobernar.
Pero un auto se interpuso y los frenó.
Y en un ratito se juntaron unos sesenta vecinos y quienes pretendían lincharlos, de igual modo como en el tiempo de la 4T en Soledad Atzompa, los vecinos indígenas detuvieron a seis secuestradores y simple y llanamente, y de acuerdo, digamos, con la Ley de Usos y Costumbres, los lincharon.
CORREDORES: Tres horas después llegó la policía de la secretaría de Seguridad Pública.
Y detuvo y se llevó al jefe policiaco de Jalacingo, chofer de la patrulla.
Y al copiloto. Y a tres elementos más (Notiver, Federico García).
Todos, dice el comunicado, serán acusados por los delitos de abuso de autoridad y tentativa de homicidio.
Ta’gueno.
BALCONES: En Veracruz se vive y padece con la llamada 4T la peor pesadilla de la historia.
En un lado de la cancha, la policía autoritaria y represiva.
Y en el otro, la delincuencia organizada. Carteles. Cartelitos. Sicarios. Pistoleros. Malosos. Malandros.
Y lo peor entre lo peor, la policía municipal y estatal rebasada por la izquierda, el centro y la derecha por los malandros.
Simplemente, los malos tienen pisada la sombra a las corporaciones policiacas.
Y los malos y los polis, pisada la sombra a los ciudadanos de norte a sur y de este a oeste del Estado jarocho.
¡Ay, “la noche tibia y callada” de Agustín Lara!
PASILLOS: Conjeturas en el palenque público:
¿La policía actúa con la barbarie por delante porque están seguros de “que nada pasa” y una sombra poderosa los blinda y protege?
¿La policía actúa así “porque se pasan de tueste” y pretenden imponer su ley, la ley del más fuerte?
¿La policía opera de igual modo porque así los jefes lo ordenan?
VENTANAS: Hasta donde se recuerda si se recuerda bien, nunca como ahora la policía ha actuado en Veracruz con el puño y los bíceps por delante.
Ellos, como gran parte de las tribus guinda y marrón de los morenacos, creyéndose el mesías enviado por un Ser Superior para salvar la tierra.
Pero redimir la tierra a partir del garrote, la macana, los gases lacrimógenos, los perros amaestrados, los tiros y los balazos.
Es el Veracruz heredado por García.
Un Veracruz peor que en la sucesión de Javier Duarte, Agustín Acosta Lagunes, Jorge Cerdán, Luis Mier y Terán y Teodoro A. Dehesa. (lv)