Pero, indicativo y significativo, en el interior del Ban Bajío de la plaza comercial Río.

PASAMANOS: “Haiga sido como haiga sido”, un asalto bancario más en el interior de la institución financiera.
Además, ene número de atracos a los cuentahabientes apenas, apenas, saliendo del banco.
Además, los clientes seguidos por sicarios en una motocicleta y a la primera oportunidad incautados y robados.
Hecho inverosímil, inusitado, palabras mayores el despojo de casi 800 (ochocientos) mil pesos en el interior del banco.

CORREDORES: Era el dinerito para el pago semanal de la nómina de la Urbanizadora Medellín.
Una víctima, HHE, de 42 años. La otra, Francisco Javier L. Z., de 45 años.
Francisco Javier contaba el dinero y a su lado aparecieron dos hombres armados con pistola y cortaron cartucho y le exigieron la entrega del billete.
“Y no hagas nada o te mueres” alcanzó a escuchar en medio de la sorpresa, la angustia, el miedo y “el miedo al miedo”.
Mientras, el otro sicario le robó un bolso y un teléfono celular a HHE.
Después, el par de bandidos salieron del banco y huyeron perdiéndose en el mediodía intenso y violento del Estado de Veracruz.

BALCONES: La temeridad y la audacia de los carteles y cartelitos, sicarios y pistoleros, cada vez recrudecida.
La masacre en el bar “Caballo Blanco” en Coatzacoalcos.
La matanza con más de treinta víctimas en fiesta familiar en Minatitlán.
La masacre de tantos feminicidios, Veracruz, campeón nacional.
El tsunami de violencia en Coatzacoalcos con el autobús urbano bajo llamas luego de que por fortuna los malandros bajaron a los pasajeros de la unidad móvil.
Los cadáveres flotando en los ríos aguas abajo.
Los cadáveres colgando de puentes.
Las cabezas decapitadas y abandonadas sobre la mesa de un bar en el norte del Estado jarocho.
Palabras mayores como dice el clásico erudito el asalto en el interior del Ban Bajío en plaza comercial de Boca del Río.

PASILLOS: Paradójico: En tanto los carteles se pulen y vuelven a pulirse en la audacia y la temeridad, la autoridad estatal y quizá en nombre de la política de “abracitos y besitos a los sicarios porque también son seres humanos” asume una postura contemplativa y mística.
Ninguna duda existe de que García bien podría tener pesadillas horrorosas en la madrugada y despertar sobresaltado con el Veracruz que ha creado y recreado.
A menos, claro, que duerma como un bebé…

VENTANAS: En la película “El infierno” del cineasta Luis Estrada, los jefes narcos ponen a prueba a los novatos.
Por ejemplo, los envían a matar con la peor saña que se les ocurra a un enemigo. Incluso, caray, hasta asesinar a la madre de un pelafustán rival y a quien esconda. También a decapitar al narco mayor de la banda contraria.
Y si pasan el examen, entonces, quedan admitidos.
Nadie dudaría que el audaz y temerario asalto al par de cuentahabientes de Ban Bajío en plaza comercial en Boca del Río los pusieron a prueba por si por las dudas se les aparecían los policías, los soldados y los navales. (lv)