Platillos exóticos
**Pambazos de cucarachas
**Gran festival en Xalapa
ESCALERAS: De moda, como siempre, los platillos exóticos. Por ejemplo, a Huitzilopochtli le gustaba la carne humana de las doncellas de veinte años, máximo, y vírgenes. El Cacique Gordo de Cempoala, glorificado por Octavio Paz Lozano en el poema “El cántaro roto”, tenía cincuenta efebos a sus órdenes sexuales. Y hasta los mataba y comía sus carnes en bisteces entomatados.
Ahora, en Xalapa, el gran festival del pambazo, aquellos que mamá Carlota de Maximiliano de Habsburgo pusiera de moda en el país y en sus comilitonas en el castillo de Chapultepec donde vivían.
PASAMANOS: Y en Xalapa, pambazos, “ni más ni menos” que de cucaracha de Madagascar, uno de los animalitos más repulsivos de la historia y que con todo y su miniatura sobrevivieron a los dinosaurios en el diluvio universal.
Y los pambazos de cucaracha de Madagascar, un exitazo en el festival xalapeño el fin de semana.
Uno de los chefs aseguró que la clientela llegaba por curiosidad a su puesto y luego de probarlos se quedaban a gusto, dichosos y felices, pidiendo más pambazos de cucarachitas.
CORREDORES: Los preparan con aceite de siete chiles. Y guarnición de chile habanero en escabeche.
Y significan una gran fuente de proteína.
Además, pambazos de carne de cocodrilo.
Y de chicatanas, aquellas que desde tiempo inmemorial son un platillo favorito en Huatusco, el Huatusco que fue gobernado por el compositor de las canciones de Paquita la del barrio, aquella de “me estás oyendo, inútil”.
Desde luego, los pambazos de cucaracha de Madagascar, el gran hit en el festival xalapeño, datan de cinco años.
Pero el gran trascendido el fin de semana, parece.
Lástima que en el tiempo de mamá Carlota ningún chef tuviera la iniciativa, pues de lo contrario, sería un platillo exótico en los cinco continentes con las más de doscientas naciones.
BALCONES: Exitazo, pues, de la secretaría de Turismo.
Y, bueno, de seguro y “veinte y las malas” que en muchos otros de los doscientos once municipios de Veracruz también hay platillos exóticos.
Pero ni hablar, ya se van y se verá si la sucesora en Turismo tiene las mismas ideas e iniciativas y las apoya con festivales gastronómicos de cada pueblo deseando animar y reanimar el movimiento económico.
Y tan jodido que anda, por ejemplo, con el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos y Veracruz en el primer lugar nacional de la migración a Estados Unidos.
PASILLOS: Desde luego, buena estrategia promover los pambazos de cucaracha de Madagascar en el estado jarocho.
A partir, y entre otras cositas y hechos, de la precariedad laboral ofreciendo empleos jodidos, muy jodidos.
Y sin las prestaciones económicas, médicas y sociales garantizadas en la Ley Federal del Trabajo.
Una comilitona, una cena, por ejemplo, entre los ricos con pambazos de cucarachas y hasta quedar satisfechos.
Quizá y hasta con champaña. Un buen vino blanco o tinto según decidiera el chef para la gente exquisita, VIP.
En París, Salma Hayek y Adriana Abascal teniéndolo como platillo exótico para los invitados a una cenita de lujo un fin de semana.
VENTANAS: Un pecado mortal que el platillo quedara ahí en el festival de pambazos y sin la mayor trascendencia.
Lo exótico, ya se sabe, siempre vende. Incluso, y en una cena de pudientes hasta unas bailarinas de música hawaiana como espectáculo sensacional.
La SECTUR, quizá, quizá, quizá, ofertando cursos de capacitación para los chef de los restaurantes de cinco y cuatro y tres estrellas.
Una cena de lujín en el Golfo de México en el yate propiedad de Nena de la Reguera y su esposo, por ejemplo. (lv)