Alcaldesas en el filo de la navaja
I (La purificación moral, ajá)
Par de presidentas municipales están en el filo de la navaja. Una, Acayucan, del PRD. Y la otra, Soledad de Doblado, de MORENA.
La primera, porque el sur de Veracruz está o parece estar bajo fuego. Incluso, triple fuego.
El fuego de los carteles, sicarios, pistoleros, malosos y malandros.
El fuego de los ladronzuelos y raterillos.
Luis Velázquez
Y el fuego policiaco.
Días anteriores, un edil y la tesorera municipal de Texistepec bombardeados por los carteles.
Ahora, la alcaldesa de Acayucan, Rosalba Rodríguez Rodríguez.
El auto de sus escoltas fue rafagueado.
Y cuando la blindaban, ella en una cafetería en una reunión con personas.
No hubo heridos.
La alcaldesa, incluso, fue escondida en un local del café.
Antes, mucho antes, la presidenta municipal tocó las puertas, las neuronas y el corazón del gobernador de la 4T para su protección.
Pero Cuitláhuac García fue concreto y específico:
Le pidió la renuncia.
Si no puedes con la chamba.
Luego, fue al noticiero televisivo del periodista Ciro Gómez Leyva y contó la historia.
En el mes de febrero.
Desde entonces, el pueblo, en el infierno.
Y ella misma, claro.
Indicativo, porque desde entonces (es más, desde antes) los ediles sureños han denunciado que los malos siguen intentando adueñarse de la vida municipal.
Es más: en momento estelar, el todavía secretario General de Gobierno, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, denunció (muy machito) que uno que otro edil era narco-edil.
Nunca aportó pruebas concretas y específicas.
Pero en nombre de su jefe superior lanzó la acusación.
Vamos en el tercer año del cuatrienio municipal, finalizando el tercero…
Y el góber ya se va…
Y el infierno sureño en su apogeo.
II (Un BMW para la alcaldesa)
En Soledad de Doblado, igual, igualito que en tantos otros pueblos de Veracruz y del país, la población harta de los priistas y panistas y perredistas y anexos y conexos, sufragó en las urnas por la candidata de MORENA a presidenta municipal.
Ya se sabe, en nombre de la honestidad valiente y la purificación moral.
Ganó Aranxa Zamitis Sosa.
Su primer trascendido:
Cuando la ambulancia municipal se descompuso y los carros de la basura fueron utilizados para trasladar a los enfermos de gravedad a hospitales de la ciudad jarocha.
El segundo:
Cuando el esposo de la alcaldesa en estado de ebriedad ejercía su poder como presidente del DIF municipal y la agraviaba incluso a guamazos.
Y el tercero:
Ahora cuando compró una camioneta BMW con un costo de dos millones de pesos.
Además, la cacareó posando con la familia en las redes sociales.
Desde luego, nadie dudaría que en los dos años y ocho meses de la administración edilicia ha ahorrado lo suficiente para adquirir el BMW.
Y bendito el Ser Superior.
Pero, caray, en un pueblo donde están aposentadas la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los salarios pichurrientos, la migración de paisanos a Estados Unidos, la incertidumbre, la zozobra, la inseguridad y la impunidad.
Más, porque nunca la política puede estar disociada de la moral.
La moral privada. Y la moral pública, digamos.
Más, con tantos “golpes de pecho” de los Morenos en nombre de la Cartilla Moral.
Más, porque un BMW es una tentación cotidiana para los malos…
III (El infierno y el paraíso)
Una alcaldesa, de Acayucan, en el infierno.
La otra alcaldesa, de Soledad de Doblado, en el paraíso terrenal.
Una alcaldesa, con la espada desenvainada y encima del Estado.
La otra, con la bendición superior.
Para los amigos, escribió Benito Juárez García, justicia y gracia.
Y para los otros, justicia a secas.
Además, solía exclamar aquel, “la esposa del Rey ha de serlo y parecerlo”.
IV (Estribillo que viene…)
Todo, “por amor a Veracruz”.