Ta’gueno, pues “cada uno mata pulgas” como su experiencia y formación profesional, social y moral le alcanza.

PASAMANOS: Con todo, ya fue suficiente con la Ley Nahle para congraciarse con la sucesora de Cuitláhuac en la jefatura del Poder Ejecutivo estatal.
Pero el político de Hueyapan de Ocampo y quien ha borrado el cacicazgo pueblerino y aldeano de su antecesor, el ex líder cañero, Isidro Pulido, vive obsesionado con un cargo público transexenal.
Pero como “el que paga… manda”, sus boletines de prensa destacados en las páginas mediáticas.
Por ejemplo, algunas referencias a su vocación de mandarín publicadas en La Jornada-Veracruz el dominguito 4 de agosto, en la página 3, a un ladito de la noticia principal.

CORREDORES: En Tabasco, AMLO, el presidente, inauguró la Refinería Olmeca en Dos Bocas. Entonces, Cazarín dijo: “Los conservadores y opositores se revolcarán de coraje” lanzando de paso el incienso a la gobernadora electa.
Otra: “Uno de los proyectos más emblemáticos del presidente Andrés Manuel López Orador corrió a cargo de nuestra gobernadora electa”.
Otro más: “Dos Bocas implicó muchos retos de ingeniería, programación, presupuestación (¿existe esa palabreja?) y realización que Rocío Nahle supo sortear con gran maestría en beneficio de la nación”.
Otro más, el último: “Los vendepatrias (cuyos nombres omite, pues lanza la primera piedra y oculta la mano) seguirán presumiendo su barda millonaria, pero nosotros continuamos trabajando para recuperar pronto la soberanía energética del país”.
Y lo que, claro, significa una alusión al discurso de la presidenta electa.

BALCONES: Los fans de Gómez Cazarín en Hueyapan aplaudirán su boletín, porque, entre otras cositas y hechos, expresa un vasallaje intenso y volcánico por los jefes máximos de las tribus guinda y marrón.
Y tanto a nivel federal como estatal.
Digamos, la más alta expresión del chocholeo descarrilado.
Igual, igualito, que en el tiempo priista y panista donde el halago alentaba la posibilidad de seguir escalando peldaños en la pirámide del poder.
De hecho y derecho, cien por ciento “tirado al piso”.
El queda/bien de Hueyapan, obsesionado con seguir trepado en la administración pública para nunca, jamás, volver a vender automóviles en abonos.
Más ahora cuando pudo obsequiar la presidencia municipal de su pueblo a su papi.

PASILLOS: Balance de Gómez Cazarín en el Congreso como pastor de la Junta de Coordinación Política, aquella manejando el presupuesto oficial y con discrecionalidad:
Uno. La Ley Nahle.
Dos. La Ley Bozal, y que pretendía imponer por decreto superior un tapabocas a los diputados para evitar hablar mal de los demás.
Tres. La Ley Ultrajes a la Autoridad Policiaca y que encarcelara a unos dos mil ciudadanos con agravios a los uniformados.
Cuatro. Ningún funcionario estatal ni municipal sujeto a proceso y sentenciado por desvíos de recursos públicos.
Todos, sin excepción, ángeles de la pureza.
Y en el tiempo de la purificación moral y la honestidad.
Por más y más denuncias penales interpuestas por el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, ante la Fiscalía General.
Y con todo y que en el Congreso existe la Comisión de Vigilancia integrada por más de quince legisladores.
Y por eso mismo, un Congreso bajo sospecha, pues ni modo que todos sean honestos, honestos, honestos.
La opacidad, entonces, como eje transversal de la vida pública en el tiempo de la 4T en Veracruz.