Vivir mirando películas
**El cine en casa
**En plataformas streaming
UNO. Cine en casa
Vida privilegiada pasar los días y parte de las noches mirando y admirando películas en las diversas plataformas de streaming.
El cine, en casa. Y con un cafecito de olla a un lado.
Luis Velázquez
Quizá con una libretita escolar para anotar, primero, el título y los actores estelares.
Y segundo, el contenido.
Más cuando ya se está en la sexta, séptima década y el Alzheimer empieza a carcomer la memoria y las cosas, los nombres, las fechas, los hechos, suelen olvidarse.
DOS. Alimentar la imaginación
Recomendable, por ejemplo, cuando la persona está jubilada y en cada nuevo amanecer suele despertar con una mejor bilirrubina para seguir empujando la carreta y remando la canoa.
Entonces, lo ideal es alimentar las neuronas y la imaginación viendo filmes cinematográficos.
Vaya, en algunos casos, volver a mirar una que otra película, a tono, digamos, con que la mejor lectura de un libro es la relectura pues en una segunda, tercera, cuarta incluso, lectura, se descubren nuevos filones informativos y llenos de vida.
Es el mismo caso que con las películas. Y los discos. Y la lectura de revistas indexadas.
TRES. Un libro de cabecera
En la novela “El paciente inglés” con el actor Ralph Fiennes, su vida como un geólogo explorando nuevas tierras, y en el otro extremo del mundo, siempre anda acompañado del mismo libro.
El libro de Herodoto “Los nueve libros de la historia”, el viaje del primer cronista y enviado especial del planeta al continente asiático.
Incluso, el libro rayado en casi todas las páginas para releer los episodios estelares.
Entonces, nada más aconsejable que aplicar la técnica y la estrategia mirando películas.
CUATRO. Filmes sobre periodismo
Desde el oficio reporteril hay varios filmes donde el tema central es el periodismo.
Entre otros, con los actores Robert Redford, Dustin Hoffman, Rachel McAdams, Michelle Pfeiffer, Tom Hanks y Harrison Ford.
Entonces, sus películas se han visto un número incalculable de ocasiones (digamos, unas cinco cada una) y cada vez se asiste a un mundo mágico y maravilloso de hechos descubiertos.
Una dicha y una felicidad inmensa.
Claro, en unos casos, son películas basadas en historias reales, concretas y específicas y, claro, recreadas en la pantalla.
Pero al mismo tiempo, y con todo, mitad realidad, mitad ficción, se disfrutan a plenitud.
Y se sueña con el mundo ideal.
“Soñar no cuesta nada” dice por ahí frase bíblica en una novela.
CINCO. Palomitas caseras
Una maravilla es la tableta. Disponible (claro, lógico, obvio) a la hora posible.
Nada ya de que vamos al cine en la plaza comercial de tal a tal horario.
Y hacer fila para comprar el boleto. Y otra fila para las palomitas, los nachos y el refresco de cola.
Y en un descuido, hasta fila para el baño. Sobre todo, las mujeres.
Es más, si en casa mirando películas se extrañan las palomitas, nada mejor como las caseras. Y una buena limonada, bien fría, con pepino y pedacitos de piña.
SEIS. Películas mexicanas
La tableta es el mejor descubrimiento tecnológico de la historia… por el cine en casa.
Basta y sobra con contratar el servicio de varias plataformas de streaming (además, barato) y se accede a películas filmadas en los cinco continentes con más de doscientas naciones.
Es más, caray, hasta películas del siglo pasado que en momento estelar construyeron historia como, por ejemplo, las filmadas por María Félix, Jorge Negrete, Agustín Lara, Pedro Armendáriz, Ignacio López Tarso y Emilio “El Indio” Fernández.
Una delicia, pues.
Digamos, experimentado la vida del escritor y cronista Carlos Monsiváis Aceves, quien hasta tenía cine en su casa en el siglo pasado comprando, además, las películas para su colección.