Honoris Causa a María Rojo
**Milita en MORENA
**Pendientes, otros artistas
UNO. Un error quedarse en Xalapa
La actriz estelar de los filmes cinematográficos “Rojo Amanecer” y “Danzón”, María Rojo estudió en la Facultad de Artes de la Universidad Veracruzana, UV.
Luis Velázquez
Y se graduó.
Entonces, estudiante en Xalapa, se lanzó al “proceloso mar del cine y el teatro” aquí en el territorio jarocho.
Y fue empujando la carreta y pateando el balón hasta los más altos decibeles.
Pero un día, evocó su vivencia en la Ciudad de México y se miró en el pasado y el presente en Xalapa y se dijo, aprox, la siguiente frase bíblica:
“Si me quedo aquí en Xalapa bien sería una gran actriz. Pero solo en Xalapa”.
Entonces, prendió fuego a sus naves en la capital y agarró camino de vuelta a la Ciudad de México.
DOS. Otros con méritos mayores
Ahora, y luego de carrera exitosa, además de su tiempo estelar como política y diputada federal, María Rojo fue honrada y enaltecida por la UV con el Doctorado Honoris Causa.
Queda pendiente reconocer la trayectoria de otros artistas que también pasaron por la UV y Veracruz.
Entre otros, Damián Alcázar, quien, incluso, fue profesor.
Su amigo entrañable, Ernesto Gómez Cruz, quien fotógrafo ambulante en la ciudad jarocha, miró lejos y también migró al viejo Distrito Federal y debutó en “Los caifanes” con Julissa, Enrique Álvarez Félix y el caifán mayor, Óscar Chávez.
Ni se diga pendiente (y post morten) al escritor y cineasta Juan Manuel Torres, originario de Minatitlán, fallecido en un accidente automovilístico en la Ciudad de México.
TRES. Grandes artistas
De paso, su paisana Meche Carreño, con sus dotes, cualidades y atributos ultra contra súper sensuales y marcando época en el cine nacional.
Y la otra paisana de Minatitlán, Blanca Estela Pavón.
Y la paisana de Poza Rica, Alma Delia Casanova.
CUATRO. Ana de la Reguera, por ejemplo
Más, mucho más que andar condecorando a Cuitláhuac García como el inventor científico de todos los tiempos, la máxima casa de estudios se dignificaría, por ejemplo, extendiendo los doctorados Honoris Causa a artistas vigentes.
Por ejemplo, desde Paquita la del barrio hasta Salma Hayek y Ana de la Reguera.
Bastaría referir, por ejemplo, que desde cuando Carlos Salinas era presidente de la república, Ana de la Reguera se reveló como una admiradora y seguidora de Andrés Manuel López Obrador.
Entonces, y cuando Salinas era expresidente, De la Reguera se lo dijo en una cena donde en la Ciudad de México, donde asistió con su novio de entonces, Tomás Ruiz González, llamado el genio del SAT, Sistema de Administración Tributaria, y el primer (de seis) secretario de Finanzas y Planeación de Javier Duarte.
CINCO. Nunca María Rojo se ocupó de la UV
El mérito de María Rojo son sus estudios en la facultad de Arte de la UV.
Un segundo mérito, digamos, la filmación de la película “Danzón” en el puerto jarocho.
Pero, bueno, desde que regresara de Xalapa al viejo Distrito Federal, nunca más pendiente de la UV.
Se entendería que la UV la necesitaba una especie de desagravio luego de condecorar a Cuitláhuac con todo el tinte político.
SEIS. Cada profe con su librito
El riesgo es otorgar doctorados por cuestiones amicales y políticas.
Y ni hablar, cada “maestrito tiene su librito” y cada persona con poder lo ejerce a plenitud de acuerdo con preferencias, simpatías y empatías.
Y como es el jefe máximo, entonces, todos los demás lo aceptan sin chistar.
Nadie dudaría de que con el Honoris Causa, María Rojo bien pudo sacar boleto para el gabinete legal y/o ampliado del gobierno federal en caso de que Sheinbaum ganara las urnas.