diez habitantes viven en la miseria, la pobreza, la jodidez, el desempleo, el subempleo, los pichurrientos salarios de hambre y con hambre y la migración como único salvoconducto para ganar un sueldo digno, estable y pagado con justicia laboral.
¡Vaya país donde el sistema económico, social y políticos sigue enriqueciendo a unos cuantos!
¡Y en el tiempo de la 4T, MORENA y el obradorismo, purificación moral y honestidad valiente, pinches faramallas!

DOS. Una mujer y siete hombres

De acuerdo con el Banco de México, los magnates más ricos de México son los siguientes:
Uno, Carlos Slim Helú y familia. Dos. Germán Larrea Mota Velasco y familia.
Tres, Ricardo Salinas Pliego y familia. Cuatro, Alejandro Bailléres Gual y familia.
Cinco, María Asunción Aramburuzabala y familia. Seis, Juan Domingo Beckmann Legorreta y familia.
Siete, Carlos Hank Rhon y familia. Y ocho, Antonio del Valle Ruiz y familia.
Todos, además, reportados en la lista de la revista mundial, Forbes, y en donde dejan constancia de que sus fortunas están evaluadas en miles de millones de dólares.

TRES. A los 8 años vendía dulces

De los ochos, Carlos Slim Helú fue considerado un par de años, tres parece, el empresario más rico del mundo.
Simplemente, del mundo.
Pero, bueno, ha de entenderse que Slim Helú inició su carrera como comerciantes hacia los ocho años de edad cuando en el recreo en la escuela primaria en vez de jugar con los compañeros vendía dulces.
Y era, además, ahorrativo.
Y siempre mirando lejos.
Entonces, nada raro y extraño que sea el magnate más enriquecido de todos.
Una cosita, claro, es que fue amigo estelar de Carlos Salinas de Gortari y sea también de Andrés Manuel López Obrador.

CUATRO. Riqueza inimaginable…

Los negocios de todos ellos están ligados, sobre todo, a las telecomunicaciones.
Telmex, América Móvil, Telcel, Grupo México, Cinemex, Banco Azteca, Elektra, TV Azteca, El Palacio de Hierro, GNP Seguros, tequila José Cuervo, Grupo Modelo, Banorte y Maseca.
En total, una riqueza de 170 (ciento setenta) mil millones de dólares. (La Jornada-México, Dora Villanueva)
Y la mera verdad sabrá el chamán cuánto significan y/o cómo pudieran medirse los 170 mil millones de dólares.

CINCO. Metidos en la política

En unos casos, los hijos de los magnates incursionaron en política.
Y desde la política amarrando contactos, relaciones, influencias y alianzas para escalar a lugares superiores de la riqueza.
Por eso, la certidumbre del Banco Mundial de que México “es una de las economías donde los consorcios familiares concentran mayor poder”.
Poder económico. Poder social. Poder político.
Bastaría referir el caso más trascendido con el mexiquense Carlos Hank Rhon, el hijito de Carlos Hank González, ex de todo menos de presidente de la república, y quien acuñara frase memorable, citable y bíblica de que “político pobre es un pobre político”.
Y entonces, programó enriquecerse al mismo tiempo que desempeñara, entre otros cargos, la gubernatura en Edomex, la Regencia de la Ciudad de México y la secretaría de Turismo.

SEIS. La gallina de los huevos de oro…

En América Latina, México marcha por delante en el número de unas cuantas familias ultra contra súper millonarias.
Después, Colombia.
Luego, Brasil, el Brasil del socialista de todos los tiempos, Luiz Inácio Lula Da Silva.
Los mercados de productos y servicios básicos, “la gallina de los huevos de oro” de los ocho grandes magnates de la vieja Tenochtitlán.
Moctezuma enviando veinte burritos cargados de oro y veinte doncellas, todas vírgenes, a Hernán Cortés, para despertar la codicia y la ambición del Conquistador y lugartenientes, muchos de ellos expresidiarios.