automóviles de su propiedad estacionados… Entonces, el vigilante de noche, un policía comisionado, decía como consuelo: “Mi única alegría es que el hijo de la &#=$ sólo puede manejar uno solo”…

ROMPEOLAS: Pero, bueno, en todo caso, nada del otro mundo… Ni tampoco un caso excepcional… En París, Francia, por ejemplo, el escritor Albert Camus, Nobel de Literatura, era director del periódico Combat… Entonces, tuvo discusión con un articulista quien le reprochaba que en “Combat se hace demasiada moral y poca política”… Más, con un Camus obsesionado de manera obsesiva con la moralidad pública… Camus le reviró así: “Si no estás contento… te vas”… El intelectual y articulista a su vez le contestó con frase bíblica: “Eso haré… Irme”… Y se fue…

ARRECIFES: Historia truculenta: en el periodismo está probado y comprobado que los dueños ganan más, mucho más, por lo que callan que por lo publicado… Por ejemplo, políticos que suelen negociar el silencio sobre reportajes y columnas incómodas a cambio de billete jugoso… Y un billete jugoso que para nada sale del bolsillo del político sino del erario… Más, cuando las tribus políticas creen encarnar a la patria misma en el ejercicio del poder… “Hay días, aseguraba Calígula, el emperador romano, cuando me siento Dios”…

ESCOLLERAS: Historia truculenta: en la mayor parte de los medios impresos, hablados y digitales, los trabajadores de la información están excluidos del Seguro Social y del Infonavit… Y del legítimo derecho a crear antigüedad laboral… Y del reparto de utilidades… Y del pago de las horas extras y de los días de descanso trabajados y sin percibir el salario correspondiente… Y sujetos a la hora y el día cuando la noticia sucede para cubrirla así ocurra en el inmaculado y sacrosanto día de asueto… De hecho y derecho, como jornaleros asignados a una hacienda porfirista donde solían trabajar hasta sábados y domingos porque así lo ordenaba el patroncito…

PLAZOLETA: Historia truculente: la autoridad federal puede acordar un incremento en el salario mínimo cada año… Pero nunca, jamás, jamás, jamás, llega y se extiende y beneficia y enaltece la calidad de vida de los reporteros, fotógrafos, editores y secretarias… ¡Ah!, y en contraparte, el patrón usufructúa a lo máximo los convenios oficiales de información, propaganda y publicidad… Incluso, prestándose a campañas periodísticas sucias en contra de los adversarios, enemigos y opositores de la tribu política en el poder sexenal…

PALMERAS: Historia truculenta: si un reportero, fotógrafo, editor, es despedido en un medio y la empresa evade pagar la liquidación y el empleado lo demanda en la Junta de Conciliación, el patroncito trafica influencias con la secretaría de Trabajo y Previsión Social y pide el gran favor de archivar la demanda… Y los jefes máximos la engavetan… Incluso, hasta la hacen perdediza… Y el presidente de cada Junta de Conciliación y Arbitraje aplica “la aburridora” al periodista… Y luego de largas y largas y largas, todo queda en el archivo muerto… Por fortuna, los dueños de los medios se enriquecen y más y más con la industria del halago en tanto “a tiro por viaje” utilizan y manipulan a los empleados para arrojar incienso al paso del jefe político…