Será a partir del 1 de julio, mientras orquestan el operativo siniestro y sórdido en el país que en el siglo pasado desatara la cacería en contra de la gente de piel oscura y muy oscura.
Y en donde, de paso, fue asesinado el líder de los negros, Martín Luther King.

PASAMANOS: Otros estados republicados se han empalmado a la cacería. El primero fue Texas, que limita con México.
Y ahora cuando Trump anda en campaña partidista para quedarse con la candidatura presidencial, como todo indica, mandatarios de su partido siguen encaramándose a la cresta racista, xenófoba y segregacionista.
AMLO, el presidente, ha revirado diciendo (ajá) que como hay campaña presidencial, entonces, agarran a los migrantes de piñata.
Fue todo. No más. No menos. Casi casi, “lavándose las manos” el gran estadista mexicano que soñó por encima de Benito Juárez, Francisco I. Madero y el gran Tata Lázaro.

CORREDORES: Por lo cierto, en Texas, la ley contra los migrantes fue bloqueada en los tribunales.
Pero el cabildeo y las presiones siguen.
Entre otras, la góber preciosa de Iowa.
Incluso, los líderes republicanos en Estados Unidos declararon la guerra a Joe Biden, quien desea reelegirse por lo que llamaron su tibieza para cumplir la Ley Federal de Inmigración y permitir el paso de los migrantes.

BALCONES: Una vez más, la política económica del continente, empezando por México, con sus peores cartas.
Los migrantes se echan la mochila con su ropita al hombro soñando con ingresar al paraíso terrenal de la nación vecina debido a la incapacidad manifiesta del aparato gubernamental para crear empleos en las regiones indígenas, campesinas y obreras.
Bastaría referir que la mismita secretaría de Trabajo federal y el Seguro Social documentaron en momento estelar la ineficacia y la ineficiencia del góber Cuitláhuac García para recuperar los miles de empleos perdidos en el tiempo del COVID.
Además del desempleo y el subempleo que ha venido arrastrándose desde “el año de la canica”.

PASILLOS: Desde luego, los migrantes también parten a EU debido a la sistemática y dura y ruda incertidumbre, zozobra, inseguridad e impunidad en el vivir diario.
Digamos, huyendo de sus pueblos ensangrentados por los carteles y cartelitos.
El infierno, pues, si se consideran las leyes norteamericanas para arrestar y deportar a inmigrantes sin mayores trámites.
Incluso, rastreando sus pistas en casas de seguridad, casas de asistencia social, iglesias y escuelas.
Y cuidadito si un ilegal se topa en la calle con un policía porque entonces de inmediato detenido y encarcelado.

VENTANAS: Caray, porque aquí la nueva ley fue expedida en Iowa, el jefe de la policía estatal fue contundente:
“No tenemos los recursos para asumir esta tarea adicional. No tenemos capacidad. No tenemos personal. No tenemos equipo”.
La ley de Iowa es una de las más duras. Deja en claro que una vez bajo arresto, los migrantes podrían aceptar la orden de un juez de salir del país por su voluntad, pero vigilados o en todo caso, someterse al proceso penal (Notiver).
Por encima de todo y las remesas, la vida difícil de los migrantes.
Huyen del infierno en sus pueblos para toparse con otro infierno en EU.