El viejito del barrio dice que son los riesgos inevitables… Pero al mismo tiempo, caray, qué difícil es vivir y más difícil encontrar un sentido a la vida…

ROMPEOLAS: Incluso, con diez mil enfermedades pareciera una maldición superior… Como si proviniera de Luzbel… Y en clara venganza a su expulsión del paraíso celestial cuando soñó con desbarrancar a Dios del trono… Duro y espantoso, por ejemplo, los niños con cáncer y fallecidos… Y los niños nacidos con discapacidades… Y los niños padeciendo enfermedades temibles desde su nacimiento hasta su muerte prematura, pues la ciencia médica (con todo y que los científicos garantizan los viajes de luna de miel al planeta Marte) es, ha sido, incapaz de descubrir antídotos certeros, eficientes y eficaces…

ARRECIFES: Ningún mortal (pobre y rico, miserable y pudiente, blanco o gente de piel oscura y muy oscura, analfabeta y letrado, empleado y patrón, etcétera) está a salvo del mundo insólito de enfermedades legendarias… Los achaques caen por igual a todos, sin excepción… Quiz, y como reza la leyenda de la ley, ante las enfermedades todos los seres humanos somos iguales… Desde luego, existe gente proclive, digamos, la población en la miseria, la pobreza y la jodidez a partir de la anemia y la desnutrición…

ESCOLLERAS: La salud pública es un asunto de Estado… Una premisa fundamental es la siguiente… Un pueblo sano se vuelve cien por ciento productivo… Y con un pueblo enfermo decae la producción en el surco, el taller, la oficina, la empresa y la oficina pública… Más, se recuerda, cuando el ser humano enfrenta diez mil enfermedades en la vida según exponía el doctor Jorge Nicolás Chantiri, quien en paz descanse, y ex director de la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana y ex subsecretario de Salud con el góber Miguel Alemán Velasco…

PLAZOLETA: La población indígena y parte sustancial de la población campesina suele curarse (ojalá, ojalá, ojalá) con hierbas medicinales… Parten de una premisa universal: las medicinas son elaboradas con hierbas… Entonces, nada mejor que ir al origen y buscar en el campo las medicinas… Luego, lavarse con pulcritud… Y hervirse para tomarse como un jarabito… Y en todo caso, la medicina que siempre tienen en su casa es el ungüento de La Campana, el bálsamo blanco, el vaporub y una botellita con alcohol y que tan milagrosos resultan en las regiones étnicas… Después, claro, y ante la gravedad del mal, encomendarse al Ser Superior…

PALMERAS: Privilegiados los seres humanos longevos… Primero, más de noventa, cien años vividos… Segundo, nada les duele… Incluso, vaya, ni un feroz ataque gripal… Tampoco, la presión arterial alta o baja moliendo la vida… Y de ñapa, tomándose una copita diaria de tequila, ron o whisky… Y como decía el matusaliano líder de la CTM, Fidel Velázquez Sánchez, “de noche no ceno, solo hago el amor”… Y vivió alrededor de cien años… Pero, ni modo, la mayoría de la población achacosa y enferma… Y en la pobreza y la miseria…