Tantito peor, cada mes corriendo al Monte de Piedad para empeñar el único patrimonio, si se tiene, como el anillo de bodas.
Peor, incluso, cada mes andar pidiendo dinerito prestado a la familia. Caray, a los padres y hermanos.
Todo, y entre otras cositas, a la errática política económica para enaltecer la vida cotidiana de las familias.

DOS. El peor mundo…

Salarios pichurrientos. Trabajos a destajo. Empleos temporales. Y sin las prestaciones económicas, médicas y sociales establecidas en la Ley Federal del Trabajo.
Tocando puertas y ventanas para un espacio laboral digno, pero sin éxito.
Solicitando chamba “de lo que sea” como suele afirmarse en el mundo de los trabajadores “a ras del suelo”.
Vendiendo volovanes, tacos, tortas y tamales de casa en casa.
En todo caso, volovanes con la canastita en la parada del camión.
Y desde temprana hora, cuando la mitad del mundo y casi la otra mitad sale corriendo de casa para checar el reloj y sin desayunar.
Y nada más grato que un volován para sobrellevar la mañana, con todo y que el desayuno es la comida principal del día según afirma la nutricionista.

TRES. Arañando la esperanza

Vivir con grandes limitaciones.
El amigo aquel que de consuelo decía que para vivir únicamente necesitaba dos muditas de ropa y un par de zapatos.
El jardinero de la esquina preguntando siempre si puede llevarse el periódico y las revistas, en ningún momento para leer, sino para vender en la tienda de la colonia popular y ganarse unos centavitos.
El padre de familia que suele pasar frente a casa hacia las 4 de la mañana, una hora antes que el camión de la limpia pública, para revolotear y esculcar la basura con la esperanza de encontrar por ahí alguna utilidad.

CUATRO. Ultra contra súper jodidos

¡Vaya destino!: el abuelo, campesino. El padre, campesino. Los hijos, campesinos.
En las zonas rurales de Veracruz, por ejemplo, el pago del jornal desde antes de la salida del sol hasta que la luna alumbra el surco es de unos ochenta pesos.
Es decir, 480 (cuatrocientos ochenta) pesos a la semana.
Y 480 pesos para que la familia (la madre, el padre, los hijos) coman durante una semana.
Y el día cuando el abuelo enferma, entonces, los hijos y los amigos y los vecinos lo amarran a una sillita de madera que a su vez amarran a la espalda de la gente solidaria y lo cargan caminando en la montaña a la cabecera municipal esperando que la Clínica de Salud esté disponible y con un médico y una enfermera y medicinas, cuando menos.

CINCO. Pobre naces. Pobre vives. Pobre morirás

La vida dura y ruda de la mayoría poblacional.
Y más canijo, vivir de generación en generación sin esperanzas. Simplemente, porque en la espera… las esperanzas se agotaron.
Ley insoslayable de la vida para la gente en la miseria, la pobreza y la jodidez.

SEIS. Millonetas S.A. de C.V.

En el otro extremo, los ricos, los pudientes, los millonetas, más enriquecidos.
En el fondo, un sistema económico y social creado y diseñado para beneficiar a los millonarios.
Incluso, hasta con apartados jurídicos en la ley para la exención de impuestos.
Inverosímil: los ricos suelen crear fundaciones sociales (ajá) para ayudar a la gente jodida, los niños con cáncer, las guarderías, los asilos, etcétera, a cambio de que el gobierno se los descuente en los impuestos.
Y la gente, por ejemplo, cuando va al banco, donando unos cuantos centavos significativos.
Un sistema económico y social que ningún presidente de la república ha tocado y mantiene inalterable.