Plantón frente palacio municipal.
Quema de una patrulla policiaca y unas oficinas.
Entonces, Rocío Norma Nahle García, candidata de López Obrador a la gubernatura, llegó al pueblo en campañita.
Y aun cuando parte de la población la encaró con un informe sobre el crimen de Brandon Arellano, nunca, jamás, quiso platicar sobre el tema.
Así, la población la repudió.
“¡Fuera, fuera!” le gritaron, como en el famoso gritito en La Parroquia, 207 años.

PASAMANOS: Luego le preguntaron sobre el ingenio San Francisco que MORENA ofreció, prometió reactivar en su funcionamiento y, por el contrario, fue desmantelado, nada contestó.
La reactivación del Ingenio San Francisco El Naranjal se anunció en marzo del 2021, Cuitláhuac García gobernador, no ocurrió y fue desmantelado y a la fecha decenas de obreros siguen en la batalla legal para obtener una liquidación.
Sólo quedó la chimenea del ingenio más productivo de la zona.
La herencia de Cuitláhuac a Nahle.

CORREDORES: Nahle llegó al poblado de Oluta. Y en Oluta, dijo que ojalá, ojalá, ojalá, los niños la pasen bien en el río.
En el río, digamos, nadando y jugando competencias.
En el río, jugando a la orilla tanto futbol como béisbol y volibol.
En el río, conviviendo con los amiguitos.
Pero en Oluta no hay río…, según recordó el columnista Marco Antonio Aguirre.

BALCONES: Un asistente tocó el asuntito de las Escuelas de Tiempo Completo.
Las mejores, dijo.
Y cuando cedió el micrófono a la candidata de AMLO, el presidente, la candidata fue concreta y específica: Ofreció ampliar las Escuelas de Tiempo Completo.
¡Ah, caray, dijera “El chavo del ocho!!
Sólo que las Escuelas de Tiempo Completo fueron desaparecidas por Andrés Manuel López Obrador.

PASILLOS: Es Nahle. En campaña electoral. Originaria de Zacatecas sueña con gobernar Veracruz.
Pero está probado y comprobado que Veracruz le es ajeno.
Estará bien con AMLO, pero al mismo tiempo, lejos de la realidad jarocha.
De pifia en pifia geográfica, política y cultural, sus días de la jornada cívica atrás del sufragio la van evidenciando.
Exhibiendo en la picota.
Y como en el caso de Brandon Arellano, el joven asesinato por unos policías en Lerdo de Tejada, “sin enfrentar el toro por los cuernos”.
El policía asesino, prófugo, ajá, de la justicia, es decir, de la Fiscal General.
Habría, claro, quedado bien con Cuitláhuac.
Pero mal, muy mal, con la población encabritada de Lerdo.