Valdés, presidente del Consejo Nacional de Turismo.
Ahora, y por la Semana Santa, la SECTUR asegura que un aproximado de 700 (setecientos) mil turistas arribarán en el transcurso de la semana al Estado jarocho.
Además, vaya cifras alegres, el titular de la SECTUR está seguro de que la derrama económica será de tres mil millones de pesos.

DOS. Migración imparable

La SECTUR, pues, ha salvado a la 4T, MORENA y el obradorismo jarocho.
Por ejemplo, semanas anteriores la secretaría de Trabajo y Previsión Social federal y el Seguro Social exhibieron a Veracruz como la única entidad del país donde la autoridad estatal ha sido incapaz de recuperar los miles de empleos perdidos en el par de años del COVID.
Además, la migración del territorio jarocho a Estados Unidos está imparable.
Por lo pronto, un millón de paisanos (la Secretaría General de Gobierno dice que ochocientos mil) como migrantes en EU.
Cada semana, de varias demarcaciones municipales parten autobuses llenos de paisanos soñando con ingresar al país vecino en el tiempo de la dureza y la crudeza del gobierno texano en contra de todos.

TRES. “Se alquila o vende”

Además, basta un recorrido en las avenidas centrales de la ciudad jarocha para mirar con desconsuelo el número de negocios cerradas y el número de edificios en venta.
Incluso, con la famosa leyenda de “Se alquila o se vende”.
Más todavía, en las plazas comerciales de Boca del Río (antes, mucho antes, el detonador económico) cada vez más locales con la cortina baja.

CUATRO. Euforia patriotera

Entonces, la euforia de la SECTUR resulta estremecedora para renovar la fe, el optimismo, la confianza y la esperanza en el Veracruz en el último año del sexenio guinda y marrón.
Más, cuando la mitad de los ciudadanos y casi casi la otra mitad están ciertos de que los carteles y cartelitos, sicarios y pistoleros, malosos y malandros son lo único, lo único, lo único que han crecido en los últimos cinco años y cuatro meses que caminan.
Claro, otros tiempos, digamos, en el siglo pasado, los titulares de la prensa local exhibían un Veracruz mucho más pujante.
Un encabezado en el periódico El Dictamen y a ocho columnas anunciaba, por ejemplo, que solo al carnaval jarocho habían llegado dos millones de turistas.

CINCO. Turismo de horchata y jícama

Con todo y que Acapulco sigue “atrapado y sin salida” en los estragos y secuelas del huracán Otis…
Y en donde el gobierno únicamente restaurara el Estado y un par de hoteles…
Y la vida económica está en el centro del infierno…
Quizá con otros destinos turísticos escalando las grandes ligas nacionales y extranjeras…
El turismo en Veracruz es de horchata y jícama, picadas y gordas, refresco de cola y cafecito y camarena, es decir, dormir sobre la arena en la playa de cara al Golfo de México.
Y ellos son, serán, entre otros, quienes desparramen gasto millonario en Semana Semana de norte a sur y de este a oeste según la SECTUR.

SEIS. Auge turístico por decreto

Ni hablar, lo dice el viejito del barrio:
Una cosita son las cifras alegres de la SECTUR.
Y otra, mil, dos mil, tres mil años luz de distancia, la simple y sencilla realidad.
Por decreto oficial, el turismo en Veracruz, para arriba.
Y como el peso turístico es el más ampliamente distribuido, la luz económica y social alumbra la extenuante y larga noche adversa del Estado jarocho.