Por una simple razón universal: el riesgo de que la mujer, la esposa, la madre de los hijos, la compañera, muera antes… Y más, si la pareja vive con “la medianía de la pensión” y/o el salario…

ROMPEOLAS: Desde luego, nada difícil aprender a tender las camas y poco a poquito, asear la casa y pasar jerga… Y conocer las otras cositas básicas, como el pago del agua, la luz y el teléfono casero… Y en tiempo y forma para evitar corten el servicio… Importante, procurar que en la vejez ninguna deuda se tenga por ahí… Y nada, claro, claro, claro, de que el hombre se junte con otra mujer, y más si es joven, porque entonces conocerá el centro del infierno…

ARRECIFES: La estadística dice que por lo general, el hombre fallece antes de que la mujer… Pero si ocurriera al revés, y el hombre ni siquiera sabe cocinar unos huevitos estrellados se aproximará y a paso veloz al “infierno tan temido”… Por eso, nada más efectivo que la pareja le enseñe las artes manuales de la cocina y de la casa… Claro, bien podrá, por ejemplo, sentir y pensar en la posibilidad de comer en la fonda de la esquina… Pero tarde o temprano, el dinerito, los ahorros, la reserva se agotan…

ESCOLLERAS: Más todavía: si la mujer fallece antes (y/o al revés) nada mejor como vender la casa grande donde se vive y comprar un departamento con una recámara… Y/o alquilar… Y/o de plano, si todavía es posible, refugiarse en un asilo pagando el alquiler con el dinerito obtenido con la venta de la casa… Y aun cuando se tengan hijos respetar su independencia y autonomía sin causarles un problema, un pendiente, una carga… Hasta donde, claro, la vida y el buen karma y el mejor fario lo permitan… Alguien por ahí afirmaba que “el respeto al derecho ajeno es la paz”…

PLAZOLETA: En sus Memorias, el ex presidente José López Portillo escribió que “una es la mujer con quien se vive y otra la mujer amada”… Cierto, pero al mismo tiempo, vaya paradoja, la historia (y la experiencia) demuestran que por lo regular la mujer que se ama es mucho más joven… Y entonces, si fallecida la madre de los hijos el hombre desea vivir con (y/o los dos) significa un riesgo… Simplemente, por la diferencia de años… Pronto, antes del anochecer, el hombre necesitará una silla de ruedas para moverse y vivirá en el otoño y/o el infierno y la mujer en la primavera de su vida…

PALMERAS: Lo primordial queda claro: nada mejor como que el hombre aprenda las tareas hogareñas… Pian pianito… Paso a pasito… Digamos, como una estrategia preparándose para la muerte de la pareja… Así se caminen los días y las noches con varias enfermedades encima y un botiquín a la mano… De lo contrario, ahí están la Eutanasia y la sedación paliativa o terminal… Además, la verdad universal de que cuando una pareja se ama con intensidad, por aquí muere una se lleva a la otra… Digamos, el sublime arte de haber vivido a plenitud…