Y muchos años después siguen apareciendo amigos entrañables de Colosio.
El último, Miguel Ángel Yunes Linares, quien ha publicado en el diario Notiver el capítulo de un libro que ha escrito exprofeso.

PASAMANOS: Y, bueno, hasta donde se sabe, si bien se sabe, otros amigos de Colosio en Veracruz fueron, y son, los siguientes:
Uno. Juan Maldonado Pereda, a quien nombrara su delegado del CEN del PRI, tiempo cuando Colosio fue ejecutado en la colonia Lomas Taurinas.
Incluso, la versión de que Maldonado se quedó con la camisa ensangrentada de Colosio.
Dos. Manuel Ramos Gurrión, entonces senador de la república, y nombrado su delegado del CEN del PRI en el norte del país, tiempo cuando el tricolor perdiera la primera gubernatura.
Y tres. Héctor Yunes Landa, y quien, si se recuerda bien, es amigo de un amigo entrañable de Colosio.
Y por añadidura, siempre se ha creído y sentido cercano al mártir priista.

CORREDORES: En su momento, como ahora Yunes Linares, el cuarteto estaba seguro de que con Colosio como presidente de la república el camino a la gubernatura de Veracruz estaba amarrado y garantizado.
Cada uno declarándose el más cercano.
Por desgracia, Colosio fue asesinado y del cuarteto únicamente Yunes Linares llegó a la gubernatura jarocha.
Y por el lado del PAN, ex priista manifiesto, digamos, de igual modo como también Andrés Manuel López Obrador fue priista y el senador Dante Alfonso Delgado Rannauro.

BALCONES: Yunes Linares escribió el libro sobre la amistad, vivencias y experiencias, lecciones políticas de Colosio.
Su amigo y jefe, Patricio Chirinos Calero, hermano putativo de Carlos Salinas, y del que fue secretario General de Gobierno, lo acercó con Colosio.
Y cultivaron una amistad “a prueba de bomba”.
Tanto que, por ejemplo, en su tiempo como titular de la SEGOB jarocha, Miguel Ángel padre instaló un teléfono especial en su oficina únicamente para recibir llamadas y/o hablar con Colosio.

PASILLOS: Del cuarteto de amigos de Colosio en Veracruz (quizá existan más por ahí), dos han fallecido.
Juan Maldonado Pereda y Manuel Ramos Gurrión.
Sobreviven Yunes Linares y Héctor Yunes Landa, y a quien, ni hablar, su primo le ganó la partida escribiendo sus memorias con el sonorense.
Varias se han escrito y publicado. Y, bueno, se esperará con expectación el libro de Yunes dada como premisa inevitable la intensidad volcánica que pudo darse entre ambos.
Más intensa, por ejemplo, que las de Yunes con la profe Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo Pintado.

VENTANAS: El cuarteto de jarochos (los dos Yunes, Maldonado y Ramos Gurrión), “más veracruzanos que ‘La bamba’”, trascendieron la hamaca tendida en el patio debajo de un árbol respirando la brisa marina del Golfo de México y actuaron en las grandes ligas de la capital.
Y en el fascinante viaje construyendo amistades singulares, entre otras, con Luis Donaldo Colosio, el sonorense que todos terminaran idolatrando y admirando.
Y ahora, nada mejor como enorgullecerse.
Digamos, para envidia “de tirios y troyanos”.
De igual modo, por ejemplo, que los amigos jarochos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz Mori.
Y que Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas del Río.