Y es que si el padre deja intestados los bienes, entonces, primero, grandes broncas para los acuerdos de los hijos… Y segundo, broncas inacabables… Además, de los gastos extras…

ROMPEOLAS: Nada, entonces, más deseable que repartir la herencia cuando todavía se está con vida… Más, porque si algún hijo se muestra insatisfecho alegando que le toca la mayor parte, el padre bien puede asestar manotazo… Hay hermanos, por ejemplo, “peleados a muerte” por la herencia… Peor tantito, llegando al crimen… Claro, y mucho más importante es heredar una carrera universitaria a los hijos… Y si es posible, impulsarlos con todo y en todo en su desarrollo profesional… Y humano… A la luz del derecho y la razón, todos los hijos son iguales…

ARRECIFES: Un hombre era tan precavido que con tiempo, primero, contrató a una funeraria para cremar su cadáver… Segundo, dispuso en un testamento notarial que un minuto después de morir debería ser llevado a la funeraria… Nada, pues, de velatorios ni kermeses en el velorio… Nada de ofrendas… Nada de llantos, pues morir forma parte de la vida y la naturaleza humana… Tercero, con prudencia y mesura compareció ante el notario para la herencia… Y cuarto, luego citó a los hijos para ser leída y con el notario presente para las inconformidades…

ESCOLLERAS: Deseando morir en paz consigo mismo, lo más importante, aquel hombre enlistó los agravios y posibles pecados veniales y mortales cometidos en su vida… Luego, fue solicitando disculpas y perdones a las personas ofendidas, zaheridas y lastimadas… Y les dijo que lo hacía porque pronto, antes del cántico del gallito bíblico, moriría… Algunos, aceptaron la confesión y el arrepentimiento… Otros, lo rechazaron… Pero el hombre alcanzó la quietud en las horas del día y la noche porque había actuado conforme a conciencia…

PLAZOLETA: Un hombre modesto y sencillo sin un metro de tierra para heredar a la esposa y los hijos, enfermo, con montón de achaques, en la séptima década, habló con la familia y fue categórico… Estaba decidido a la sedación paliativa o terminal… Nada de significar una carga económica, familiar, social y moral para la pareja y los hijos… Se despediría de todos en el momento estelar y pediría al médico aplicara la inyección letal… Así deseó morir… Terrible y espantoso, se repetía, volverse con tantas enfermedades, una pesadilla para los hijos… Cada uno con familia e hijos y con su trabajo…

PALMERAS: De acuerdo con el terapeuta familiar, lo deseable es morir en paz con uno mismo y con la familia… La esposa, los hijos, los hermanos, los tíos, los primos, los compadritos, los compañeros de trabajo y de la vida… Y, bueno, está comprobado que la edad ideal para buscar la quietud interna es la sexta década… Con la lucidez en el primer plano para dejar constancia plena… Y es que la vida (ni modo, es inevitable) suele llenarse de errores humanos… Y cometidos, digamos, en nombre de la inexperiencia… Lo peor, en nombre de la soberbia… El final de los días y las noches bien puede terminar en el arrepentimiento…