Y la pensión de 502 mil 893 (ochocientos noventa y tres) mil pesos mensuales como Víctor Manuel Fernández y de Lara, ex coordinador Regional del Centro-Oriente del SUTERM.
Y de 343 mil 354 (trescientos cincuenta y cuatro) de osé Benjamín Cárdenas Jáuregui, quien fue subgerente de la planta nuclear de Laguna Verde.

PASAMANOS: El reportaje de Braulio Carbajal en La Jornada-México el domingo 17 de marzo llena de indignación crónica y de coraje social.
Fue en los tiempos priistas y panistas en la presidencia de la república.
Y ojalá, ojalá, ojalá, y en nombre de esa cosita llamada “purificación moral y honestidad valiente” ningún ciudadano desearía que la historia fraudulenta y corrupta se repitiera.
En contraparte, hay burócratas que durante treinta años ininterrumpidos se fregaron el lomo en las oficinas públicas para alcanzar una pensión de tres mil, cuatro mil, cinco mil pesos.
Y en el mejor de los casos.
Vaya, de la generación AFORE hay jubilados con un promedio de cinco mil pesos mensuales, cuando, y por ejemplo, basta referir que un médico especializado cobra mil doscientos pesos por una consulta de quince minutos.
Además, medicinas costosas. Mil pesos, por ejemplo, las del corazón y con treinta pastillitas para un mes.
Y al mes siguiente, otros mil pesos pues el paro cardiaco es silencioso y ha de vivirse a la defensiva y en tratamiento médico.

CORREDORES: La listita de los (ex) funcionarios de Petróleos Mexicanos y de la Comisión Federal de Electricidad con pensiones, la mínima, de 262 mil 275 (doscientos setenta y cinco) hasta la más alta, 513 mil 209 (doscientos nueve) puede leerse en La Jornada, para, digamos, atragantarse con el asombro y la indignación crónica.
Simplemente, la terrible y espantosa desigualdad económica y social empieza, ha empezado (se ignora si continuará) en el gobierno.

BALCONES: Peor todavía: a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (y en donde el reportero Braulio Carbajal se echó un chapuzón) está la lista de las 160 (ciento sesenta) personas con pensiones extravagantes.
Todavía peor: casos de ex funcionarios de la CFE y Pemex que además de la pensión ultra contra súper millonaria, dejaron una hoja de servicios con presuntas irregularidades durante más de cuarenta años.
Por ejemplo, el caso de Víctor Manuel Fernández y de Lara, coordinador regional Centro Oriente del SUTERM, pensionado con 502 mil 893 pesos mensuales, señalado, acusado, de vender plazas, traficar influencias, desviar fondos del sindicato y amenazas e intimaciones a los subalternos.

PASILLOS: Y el caso de Miguel Tame Domínguez, que fue director general de PEMEX Refinación hasta el 15 de enero del año 2016 (Enrique Peña Nieto presidente), pensionado con 263 mil pesos mensuales, acusado de favorecer a la empresa brasileña Odebrecht (preferida de Peña Nieto) con una adjudicación directa.
Es decir, obra de infraestructura por Dedazo.

VENTANAS: Un gran trabajo periodístico de investigación de Braulio Carbajal.
La manifiesta corrupción al desnudo.
Ahora sí, y como sostiene AMLO, el presidente, más que corruptos, corruptazos.
Así, incluso, operaron todos ellos para alcanzar la más alta, altísima, ofensiva, humillante pensión.
Además de los negocitos (lícitos e ilícitos, digamos) en el ejercicio del poder.
Claro, claro, claro, nadie cree que las tribus políticas de MORENA, la 4T y el Obradorismo sean ángeles de la pureza.
Basta detenerse en la Estafa Maestra del Sistema Alimentario con Ignacio Ovalle Fernández, el político que diera su primer trabajo en la administración pública a Andrés Manuel López Obrador, y quien por cierto asegura que unos políticos priistas pillos estafaron a su mentor, ajá.