En Acultzingo, “la paz de los sepulcros”
Luego de la matanza de siete personas (un menor, dos mujeres y cuatro hombres) una madrugada hacia las tres am., “la paz de los sepulcros” en Acultzingo.
Por ejemplo:
Un pueblo casi casi solitario en las calles.
Una que otra alma ciudadana por ahí circulando.
Los niños, sin clases.
Dos días, lunes y martes.
Incluso, con un avisito parroquial en las escuelas.
Cerrado el palacio municipal.
La búsqueda frenética del joven Emmanuel Cid Villa quien fue secuestrado.
La vigilancia policiaca de trescientos soldados.
Acultzingo, blindado.
Después de los muertos…
En tanto, ninguna pista de los cinco campesinos de Actopan secuestrados y desaparecidos.